Su nacimiento y nuestro nuevo nacimiento
«¡Miren!
¡La virgen concebirá un niño! Dará a luz un hijo, y lo llamarán
Emanuel, que significa “Dios está con nosotros”» Mateo 1:23 (NTV)
"Una virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Emanuel", Mat_1:23.
Su
nacimiento en la historia. "...El Santo Ser que va a nacer será llamado
Hijo de Dios", Luc_1:35. Jesucristo nació en este mundo, pero no
procedía de él. No surgió de la historia; entro en ella desde afuera.
Jesucristo no es el mejor ser humano del que se pueda jactar la
humanidad. Él es un ser del cual la raza humana no puede dar explicación
alguna. Él no es un hombre que se hizo Dios, sino el Dios encarnado, el
Dios que se manifestó en carne humana, el que entro en ella desde
afuera. Aunque su vida es la más alta y sublime, Él entró por la puerta
más humilde. El nacimiento de nuestro Señor fue un advenimiento, la
aparición de Dios en forma humana.
Su nacimiento en mí. "Hijitos
míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea
en vosotros" Gál_4:19. Así como nuestro Señor entró en la historia
humana desde afuera, también debe entrar en mí desde afuera. ¿He
permitido que mi vida sea una aldea de "Belén" para el Hijo de Dios? No
puedo entrar en el ámbito del reino de Dios, a menos que haya nacido de
arriba mediante un nacimiento totalmente diferente al físico. "Os es
necesario nacer de nuevo", Jua_3:7. Este no es un mandamiento, sino un
hecho que se fundamenta en la autoridad de Dios. La característica del
nuevo nacimiento es que me rindo a Dios de una manera tan plena que
Cristo se forma en mi. Tan pronto esto ocurre, su naturaleza empieza a
actuar a través de mí.
Dios manifestado en carne. Esto es
totalmente posible para ti y para mí por medio de la redención del
hombre a través de Jesucristo.

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