Mira de nuevo y conságrate
"Y
si la hierba del campo, que hoy existe y mañana es echada al horno,
Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, oh hombres de poca
fe?" Mateo 6:30 (B.Tx)
"Y si a la hierba del campo... Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros...?" Mat_6:30
Una
afirmación sencilla de Jesús siempre resulta ser un enigma para
nosotros, si no somos personas sencillas. ¿Cómo podemos mantener la
simplicidad de Jesús para poder entenderlo? Si recibimos su Espíritu, lo
reconocemos y confiamos en Él; si lo obedecemos a medida que nos
presenta la verdad de su Palabra, entonces la vida se volverá
sorprendentemente sencilla. Jesús nos pide que pensemos en que si a la
hierba del campo Dios la viste así, ¿no hará mucho más por ti, si
mantienes correcta tu relación con Él? Cada vez que retrocedemos en la
comunión con Dios es porque irrespetuosamente pensamos saber más que
Jesucristo, y hemos dejado que se asienten las preocupaciones de este
siglo (Mat_13:22), mientras que olvidamos el mucho más de nuestro Padre
Celestial.
"Mirad las aves del cielo..." (Mat_6:26): Su función es
obedecer los instintos que Dios colocó en ellas, y Él las cuida. Jesús
dijo que si tu tienes una relación correcta con Él y le obedeces a su
Espíritu que vive en ti, Dios también cuidará tus "plumas".
"Considerad
los lirios del campo..." (Mat_6:28): Crecen donde están sembrados.
Muchos de nosotros nos rehusamos a crecer donde Dios nos siembra y, por
consiguiente, no echamos raíces en ninguna parte. Jesús dijo que si
obedecemos la vida que Dios nos ha dado, El cuidara de todo lo demás.
¿Mintió Jesucristo? ¿Estamos experimentando el mucho más que nos
prometió? Si no es así, se debe a que no estamos obedeciendo la vida
dentro de nosotros y porque hemos llenado nuestra mente de
preocupaciones y pensamientos confusos. ¿Cuánto tiempo hemos
desperdiciado al hacerle a Dios preguntas sin sentido, cuando deberíamos
estar completamente libres para concentrarnos en nuestro servicio para
Él? La consagración es el acto de separarnos continuamente de todo
excepto de aquello para lo cual Dios nos ha llamado. No nos consagramos
una sola vez y para siempre, sino que es un proceso permanente ¿Nos
estamos separando y mirando a Dios cada día de nuestra vida?

No hay comentarios:
Publicar un comentario