¿Tienes vitalidad para todo?
"Jesús le respondió: —Te digo la verdad, a menos que nazcas de nuevo, no puedes ver el reino de Dios" Juan 3:3
"Le respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo que el que no nace de nuevo, no puede ver el reino de Dios", Jua_3:3
Algunas
veces nos encontramos deseosos y llenos de energía para asistir a una
reunión de oración, pero ¿nos sentimos igual para labores tan mundanas
como lustrar los zapatos?
Nacer de nuevo por el Espíritu es una
obra inconfundible de Dios, tan misteriosa como el viento, tan
sorprendente como Él mismo. No sabemos en dónde se origina y está
escondida en lo recóndito de nuestra alma. Nacer de nuevo, de lo alto,
es un permanente y eterno comenzar. Nos brinda una vitalidad constante
en lo que pensamos hablamos y vivimos, la sorpresa continua de la vida
de Dios. La falta de vigor indica que algo en nosotros no está en
armonía con Él. La primera señal de envejecimiento se presenta cuando
nos decimos: "Tengo que hacer esto ahora o nunca lo terminaré". ¿Nos
sentimos llenos de vida en este mismo momento o nos hallamos marchitos
buscando desesperadamente en nuestra mente la solución para este
problema? La vitalidad no es el resultado de la obediencia, sino que
proviene del Espíritu Santo. La obediencia nos mantiene en luz como Él
está en luz...(1Jn_1:7).
Cuida celosamente tu relación con el
Señor. Jesús oró: "... para que sean uno, así como nosotros somos uno",
sin nada que se interponga, Jua_17:22. Mantén siempre tu vida entera
abierta a Jesucristo y no aparentes ante Él, ¿Estás extrayendo tu vida
de una fuente distinta a Dios? Si dependes de algo más como tu fuente de
vitalidad y fortaleza, no te darás cuenta cuando el poder de Dios se
haya ido.
Nacer del Espíritu significa mucho más de lo que
usualmente pensamos. Nos da una nueva visión y nos mantiene totalmente
llenos de vigor para todo, por medio de la provisión inagotable de la
vida de Dios.

No hay comentarios:
Publicar un comentario