¿Qué deseas que el Señor haga por ti?
"¿Qué quieres que te haga? Y él dijo: Señor, que reciba la vista" Lucas 18:41 (B.Tx)
"..Señor, que reciba la vista" Luc_18:41
¿Existe
en tu vida algo que además de ser un disturbio para ti, te convierte en
un disturbio para otros? Si es así, siempre se trata de un asunto que
tú mismo no puedes manejar. Los que iban delante lo reprendían para que
callara; pero el gritaba aún más fuerte... (Lucas 18-39). Persiste en el
disturbio hasta que te encuentres cara a cara con el Señor mismo. No
hagas del sentido común tu dios. Cuando Jesús nos pregunte qué deseamos
que Él haga por nosotros con respecto al problema que estamos
enfrentando, recordemos que Él no obra de acuerdo con el sentido común
sino en formas sobrenaturales.
Miremos como limitamos al Señor
cuando recordamos lo que le hemos permitido hacer por nosotros en el
pasado: "Yo siempre fracase en esa área y lo seguiré haciendo". En
consecuencia, no pedimos lo que queremos. Y pensamos: "Es ridículo
pedirle a Dios que haga esto". Debemos pedírselo cuando se trate de una
imposibilidad, pues, si no lo es, no existe un verdadero motivo de
disturbio. Dios hará lo que es absolutamente imposible.
Este
hombre recibió la vista. La mayor imposibilidad para ti es que te
identifiques tanto con el Señor que literalmente no quede nada de tu
vida antigua. Él lo va hacer, si se lo pides. Pero tienes que llegar al
punto de creer que Él es omnipotente. Nuestra fe no puede basarse en lo
que Jesús dice sino en Él mismo. Cuando ponemos nuestra mirada sólo en
sus palabras, nunca creeremos. Pero cuando lo vemos a Él, las cosas
imposibles que hace en nuestras vidas se convierten en algo tan natural
como respirar. La agonía que sufrimos es apenas el resultado de la
superficialidad intencional de nuestro corazón. No vamos a creer, no
vamos a cortar las amarras que aseguran el bote en la playa. Preferimos
angustiarnos.

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