La pasión que controla al obrero
"Así
que, ya sea que estemos aquí en este cuerpo o ausentes de este cuerpo,
nuestro objetivo es agradarlo a él" 2Corintios 5:9 (NTV)
"Por lo tanto, procuramos... serle agradables" 2Co_5:9
"Por
lo tanto, procuramos..." Para no perder de vista y siempre mantener al
frente nuestro objetivo fundamental, necesitamos una decisión y un
esfuerzo intencionales de nuestra parte. Esto implica persistir año tras
año en lo que es la prioridad máxima, la cual no debe ser ganar almas,
fundar iglesias o tener avivamientos, sino procurar únicamente serle
agradables. Nuestra inexperiencia en lo espiritual no es lo que nos
lleva al fracaso, sino nuestra falta de diligencia en mantenernos en la
meta correcta. Evalúate delante de Dios por lo menos una vez a la semana
y verifica si tu vida se mantiene a la altura del estándar que Dios
quiere.
Pablo era como el músico que no necesita el visto bueno del auditorio, si puede lograr la mirada de aprobación de su director.
Cualquier
meta que nos desvíe en lo más mínimo del objetivo central de ser
aprobados delante de Dios (2Ti_2:15), puede terminar en nuestra
descalificación. Aprende a discernir hacia dónde te conducen tus metas y
entenderás por qué es tan necesario tener puestos los ojos en Jesús
(Heb_12:2). Pablo habló de la importancia de controlar su propio cuerpo
para que no lo llevara en la dirección equivocada: "Sino que golpeo mi
cuerpo y lo pongo en servidumbre, no sea que... yo mismo venga a ser
eliminado", 1Co_9:27.
Debo aprender a relacionar todas las cosas
con el objetivo principal y a mantenerlo en todo instante. El valor que
tengo para Dios en público se mide por lo que soy en privado. ¿Mi meta
principal en la vida es complacerlo a Él y serle agradable, o es una
meta inferior, sin importar qué tan sublime pueda sonar? 
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