Afectuosos o despiadados con los demás
"Entonces,
¿quién nos condenará? Nadie, porque Cristo Jesús murió por nosotros y
resucitó por nosotros, y está sentado en el lugar de honor, a la
derecha de Dios, e intercede por nosotros" Romanos 8:34 (NTV)
"Y
el Padre, quien conoce cada corazón, sabe lo que el Espíritu dice,
porque el Espíritu intercede por nosotros, los creyentes,* en armonía
con la voluntad de Dios" Romanos 8:27 (NTV)
"Cristo es... el que también intercede por nosotros...El Espíritu... intercede por los santos", Rom_8:34, Rom_8:27.
¿Necesitamos
argumentos adicionales a estos para convertirnos en intercesores? ¿Que
Cristo vive siempre para interceder (Heb_7:25), y que el Espíritu
intercede por los santos? ¿Estamos viviendo en un vínculo tan esencial
con nuestro prójimo que intercedemos como hijos de Dios que han sido
enseñados por su Espíritu? Examinemos nuestras circunstancias actuales.
¿Me siento agobiado por lo que sucede en mi hogar, mi negocio, mi país, o
por la crisis actual que nos afecta a nosotros y a otras personas?
¿Estas situaciones me sacan de la presencia de Dios y me dejan sin
tiempo para la adoración? Si es así, debemos hacer un alto en el camino.
Y luego debemos entrar en una relación tan viva con Él que nuestros
vínculos y tratos con los demás se pueden mantener por la intercesión, a
través de la cual Dios obra sus milagros.
Cuidado con dejar atrás
a Dios debido a tu anhelo personal de hacer su voluntad. Corremos
adelante de Él en mil y una actividades, como consecuencia, nos cargamos
tanto con las personas y los problemas que no lo adoramos ni
intercedemos. Si cuando nos llegan la carga y la presión no tenemos una
actitud de adoración, se producirá en nosotros no solo dureza hacia
Dios, sino desesperación en nuestras propias almas. Él continuamente nos
presenta a personas por quienes no sentimos ninguna afinidad y, si no
lo estamos adorando, nuestra tendencia natural es a ser despiadados con
ellas. Les arrojamos un versículo se lo clavamos como una lanza, o las
dejamos con una apurada y descuidada palabra de consejo antes de
marcharnos. Un cristiano despiadado debe ser un terrible dolor para
nuestro Señor.
¿Nuestras vidas se encuentran en el lugar adecuado
de modo que podemos participar en la intercesión de nuestro Señor y del
Espíritu Santo?

No hay comentarios:
Publicar un comentario