¿Y ahora qué sigue? (Oswald Chambers)
"Ahora que saben estas cosas, Dios los bendecirá por hacerlas" Juan 13:17 (NTV)
"Si sabéis estas cosas, bienaventurados sois si las hacéis" Jua_13:17
Decídete
a saber más que otras personas. Si tú mismo no cortas las amarras que
te atan al muelle, Dios tendrá que romperlas por medio de una tempestad
que te enviará mar adentro. Echa todo sobre Dios. Así como un barco se
lanza al agua, sale sobre la gran oleada agitada de su propósito y tus
ojos se abrirán. Si crees en Jesús, no debes pasar todo tu tiempo en las
aguas tranquilas del puerto, lleno de gozo pero siempre anclado. Debes
salir del puerto hacia las grandes profundidades de Dios y empezar a
conocer por ti mismo, es decir, comenzar a tener discernimiento
espiritual.
Cuando haces lo que sabes que debes hacer, de
inmediato sabes más. Examina dónde empezó tu pereza y pérdida de interés
espiritual y descubrirás que todo se remonta a un punto donde sabías lo
que debías hacer, pero no lo hiciste porque al parecer no existía una
necesidad inmediata de hacerlo. Y, entonces, ahora no tienes percepción
ni discernimiento y en un momento de crisis te perturbas espiritualmente
en lugar de estar sereno. Es peligroso negarse a aprender y a avanzar
en el conocimiento.
La falsificación de la obediencia es un estado
de ánimo en el cual fabricas unas situaciones para sacrificarte y tu
fervor y entusiasmo se confunden con el discernimiento. Resulta más
fácil sacrificarte que cumplir tu destino espiritual enunciado en
Rom_12:1-2. Es muchísimo mejor que cumplas el propósito de Dios para tu
vida mediante el discernimiento de su voluntad, que realizar grandes
actos de abnegación, "El obedecer es mejor que un sacrificio",
1Sa_15:22, LBLA. Cuídate de añorar lo que alguna vez fuiste, cuando Dios
quiere que seas algo que nunca has sido. El que quiera hacer la
voluntad de Dios, conocerá", Jua_7:17.

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