Pro 3:25 No temerás el pavor repentino, Ni el ataque de los impíos cuando venga,
Pro 3:26 Porque YHVH será tu confianza, Y Él guardará tu pie para que no sea atrapado (BTx 3)
“No
tendrás temor de pavor repentino, ni de la ruina de los impíos cuando
viniere, porque Jehová será tu confianza, y él preservará tu pie de
quedar preso.” Pro_3:25-26.
Cuando
Dios abunda en juicios, no quiere que Su pueblo se alarme. Él no ha
salido para hacer daño, sino para defender a los justos.
Él
quiere que manifiesten valentía. Quienes gozamos de la presencia de
Dios deberíamos mostrar presencia de mente. Puesto que el propio Señor
podría venir súbitamente, no deberíamos sorprendernos de cualquier cosa
súbita. La serenidad frente a la embestida y el rugido de males
inesperados, es un precioso don del amor divino.
El
Señor quiere que Sus elegidos manifiesten discernimiento, de tal forma
que puedan ver que la desolación de los impíos no es una calamidad real
para el universo.
Únicamente
el pecado es malo; el castigo que le sigue es como una sal que
preserva para evitar que la sociedad se pudra. Deberíamos estar más
horrorizados por el pecado que merece el infierno, que por el infierno
que es el resultado del pecado.
Así,
también, el pueblo del Señor ha de exhibir gran tranquilidad de
espíritu. Satanás y la simiente de la serpiente están llenos de
sutileza; pero quienes caminan con Dios no serán atrapados en sus
engañosas trampas. Prosigue tu camino, creyente en Jesús, y acepta que
el Señor sea tu confianza.
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

Flp
4:6 Por nada estéis angustiados, antes bien, por la oración y la
súplica, en todo sean conocidas ante Dios vuestras peticiones con acción
de gracias,
Flp
4:7 y la paz de Dios, que sobrepuja todo entendimiento, guardará
vuestros corazones y vuestros pensamientos en Jesús el Mesías (BTx 3)
“Por
nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante
de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de
Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y
vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” Flp_4:6-7.
Ningún
afán hemos de tener y sólo hemos de entregarnos a la oración. Ninguna
ansiedad, sino mucha comunión gozosa con Dios. Lleven sus deseos al
Señor de su vida, al guardián de su alma. Acudan a Él con dos porciones
de oración, y una porción de fragante alabanza. No oren dudosamente,
sino agradecidamente. Consideren que ya tienen las peticiones y, por
tanto, agradezcan a Dios por Su gracia. Él les está dando gracia; denle
gracias. No oculten nada. No permitan que ninguna necesidad se encone en
su pecho; “sean conocidas vuestras peticiones”. No acudan al hombre.
Vayan únicamente a su Dios, el Padre de Jesús, que los ama en Él.
Esto les traerá la propia paz de Dios. Ustedes no podrán entender la paz que gozarán.
Los
envolverá en su abrazo infinito. El corazón y la mente se verán
sumergidos en un mar de reposo por medio de Cristo Jesús. Venga vida o
muerte, pobreza, dolor o calumnia, ustedes morarán en Jesús por encima
de cualquier viento turbador o nube sombría. ¿No obedecerán este amable
mandato? Sí, Señor, yo en verdad te creo; pero te suplico que ayudes mi
incredulidad.
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

Hch 18:10 porque Yo estoy contigo, y ninguno te acometerá para dañarte, porque tengo un gran pueblo en esta ciudad (BTx 3)
“Yo estoy contigo, y ninguno pondrá sobre ti la mano para hacerte mal.” Hch_18:10.
Mientras
el Señor tenía trabajo para Pablo en Corinto, la furia de la turba fue
contenida. Los judíos se oponían y blasfemaban; pero no podían detener
la predicación del Evangelio ni la conversión de los oyentes. Dios tiene
poder sobre las mentes más violentas. Dios hace que la ira del hombre
le alabe cuando irrumpe, pero manifiesta aún más Su bondad cuando la
reprime; y puede reprimirla. “A la grandeza de tu brazo enmudezcan como
una piedra; hasta que haya pasado tu pueblo, oh Jehová, hasta que haya
pasado este pueblo que tú rescataste.”
Por
tanto, no sientan ningún miedo del hombre si saben que están cumpliendo
con su deber. Prosigan con firmeza, como Jesús lo habría hecho, y
quienes se oponen serán como una caña cascada y como un pábilo que
humea. Muchas veces los hombres han tenido motivo para tener miedo,
porque ellos mismos estaban temerosos; pero una valiente fe en Dios
aparta el miedo como son apartad as las telarañas en el sendero de un
gigante. Nadie puede hacernos daño a menos que el Señor lo permita. El
que hace que el demonio huya ante una palabra, puede en verdad controlar
a los agentes d el demonio.
Tal
vez ya estén más temerosos de ti de lo que tú estás de ellos. Por tanto
, sigue adelante, y donde esperabas encontrar enemigos, encontrarás
amigos.
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

Deu
28:13 Si escuchas los mandamientos de YHVH tu Dios que te mando hoy
para que los guardes y los cumplas, YHVH te pondrá por cabeza y no por
cola, y estarás encima solamente, y no estarás debajo (BTx 3)
“Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola.” Deu_28:13.
Si
obedecemos al Señor, Él forzará a nuestros adversarios a ver que Su
bendición descansa en nosotros. Aunque esta sea una promesa de la ley,
sigue siendo válida para el pueblo de Dios, pues Jesús ha quitado la
maldición, pero ha establecido la bendición.
Corresponde
a los santos mostrar a los hombres el camino mediante una santa
influencia: no deben ser la cola, ni han de ser arrastrados por aquí y
por allá por los demás. No debemos ceder al espíritu de la época, sino
que hemos de forzar a la época a que rinda homenaje a Cristo. Si el
Señor está con nosotros, no anhelaremos tolerancia para la religión,
sino que buscaremos sentar a la religión en el trono de la sociedad. ¿No
ha constituido el Señor a los miembros de Su pueblo como sacerdotes? En
verdad ellos deben enseñar y no ser aprendices de las filosofías de los
incrédulos. ¿No somos hechos reyes en Cristo para reinar sobre la
tierra? ¿Cómo, entonces, podemos ser los siervos de la costumbre, los
esclavos de la opinión humana?
¿Has
tomado tú, querido amigo, tu verdadera posición por Jesús? Demasiadas
personas están calladas porque son apocadas, si es que no son cobardes.
¿Hemos de permitir que el nombre del Señor Jesús sea mantenido en la
oscuridad? ¿Acaso nuestra religión ha de ir rezagada como una cola? ¿No
debería más bien guiar el camino y ser la fuerza gobernante en nosotros y
en otros?
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

Stg
4:8 ¡Acercaos a Dios, y Él se acercará a vosotros! ¡Limpiaos las manos,
oh pecadores, y purificaos los corazones, los que sois de doble ánimo!
(BTx 3)
“Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros.” Stg_4:8.
Entre
más nos acerquemos a Dios, más misericordiosamente se revelará a
nosotros. Cuando el hijo pródigo regresó a su padre, el padre corrió a
recibirlo. Cuando la errante paloma regresó al arca, Noé extendió su
mano y la hizo entrar consigo. Cuando la tierna esposa busca la compañía
de su marido, él viene a ella sobre las alas del amor. Vamos, entonces,
querido amigo, acerquémonos a Dios, que nos espera lleno de gracia, sí,
y sale a recibirnos.
¿Advirtieron
alguna vez ese pasaje en Isa_58:9? Allí nos da la impresión de que el
Señor se pone a la disposición de Su pueblo, diciéndole: “Heme aquí”.
Equivale a decir: “¿qué tienes que decirme? ¿Qué puedo hacer por ti?
Estoy esperándote para bendecirte.” ¿Cómo podríamos dudar en acudir a
Él? Dios está cerca para perdonar, para bendecir, para consolar, para
ayudar, para revivir y para liberar. Nuestro primer propósito debe ser
acercarnos a Dios. Hecho esto, todo estará hecho. Si nos acercamos a
otros, podrían cansarse de nosotros y dejarnos muy pronto; pero si
buscamos solamente al Señor, Su mente no cambiará, sino que continuará
acercándose más y aún más a nosotros mediante una comunión más plena y
más gozosa.
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

Sal 41:3 YHVH lo sustentará en su lecho de dolor: En su enfermedad mullirás bien su cama (BTx 3)
“Jehová lo sustentará sobre el lecho del dolor.” Sal_41:3.
Recuerden
que esta es una promesa para el hombre que considera al pobre. ¿Eres tú
uno de ellos? Entonces puedes apropiarte del texto, pero nadie más
puede hacerlo.
¡Vean cómo en la hora de la enfermedad, el Dios de los pobres bendice al hombre que se preocupa por los pobres!
Los
brazos eternos sustentarán su alma así como las manos amigas y la
blanda almohada sustentan el cuerpo del enfermo. ¡Cuán tierna y
condescendiente es esta imagen; cuán cerca de nuestras debilidades y de
nuestras enfermedades trae a nuestro Dios! ¿Quién oyó decir lo mismo del
antiguo Júpiter pagano, o de los dioses de la India o de China? Este es
un lenguaje peculiar al Dios de Israel; Él es quien se digna volverse
enfermero y asistente de los hombres buenos. Si golpea con una mano, Él
sustenta con la otra. ¡Oh, es un bendito desfallecimiento cuando uno cae
sobre el propio pecho del Señor y es sustentado allí! La gracia es el
mejor de lo s reconstituyentes; el amor divino es el más seguro
estimulante para un paciente que languidece; vuelve al alma fuerte como
un gigante, aun cuando los huesos se estén quebrando a través de la
piel. No hay ningún médico como el Señor, ningún tónico como Su promesa,
ningún vino como Su amor.
Si
el lector ha incumplido su deber para con los pobres, ha de ver lo que
está perdiendo y de inmediato debe volverse el amigo y ayudador de los
pobres.
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

Pro 3:24 Cuando te acuestes, no tendrás temor, Te acostarás, y tu sueño será dulce (BTx 3)
“Cuando te acuestes, no tendrás temor, sino que te acostarás, y tu sueño será grato.” Pro_3:24.
¿Es
el lector una persona propensa a quedar confinada por un tiempo en el
lecho de la enfermedad? Que suba a su aposento sin zozobra con esta
promesa en su corazón: “Cuando te acuestes, no tendrás temor.”
Cuando
nos retiramos a la cama en la noche, esta palabra ha de suavizar
nuestra almohada. Nosotros no podemos vigilarnos en el sueño, pero el
Señor nos guardará durante la noche. Quienes se acuestan bajo la
protección del Señor están tan seguros como los reyes y las reinas en
sus palacios, y todavía mucho más seguros. Si cuando nos acostamos
también se acuestan con nosotros todos los cuidados y las ambiciones,
obtendremos en nuestras camas un descanso de naturaleza tal que ni los
ansiosos ni los ambiciosos pueden encontrar en las suyas. Los malos
sueños serán desterrados, o aun si vinieran, borraremos la impresión que
nos dejen, sabiendo que son únicamente sueños.
Si
dormimos así, estaremos bien. Cuán dulcemente durmió Pedro cuando ni
siquiera la luz del ángel lo despertó, y requirió de una fuerte sacudida
en su costado para que se despertara. Y, sin embargo, estaba
sentenciado a morir en la mañana. Así han dormido los mártires antes de
ser incinerados. “Pues que a su amado dará Dios el sueño.”
Para tener un dulce sueño debemos tener vidas dulces, temperamentos dulces, meditaciones dulces y un dulce amor.
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

2Ts 3:3 Pero fiel es el Señor, que os afianzará y protegerá del mal (BTx 3)
“Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal.” 2Ts_3:3.
Los
hombres a menudo están tan desprovistos de razón como de fe. Todavía
hay entre nosotros “hombres perversos y malos”. No sirve de nada
argumentar con ellos o procurar tener paz con ellos: tienen un corazón
falso y su conversación es engañosa.
Bien,
¿qué haremos? ¿Acaso nos preocuparemos por ellos? No; volvámonos al
Señor, pues Él es fiel. Ninguna promesa de Su palabra será incumplida
jamás. Él no es irrazonable en Sus exigencias para con nosotros, ni es
infiel a nuestros argumentos relacionados con Él. Tenemos un Dios fiel.
Esto ha de ser nuestro gozo.
Él
nos confirmará de tal manera que los hombres perversos no ocasionarán
nuestra caída, y Él nos guardará de tal manera que ninguno de los males
que ahora nos asedian, nos hará realmente ningún daño. Qué bendición es
para nosotros que no tengamos que contender con los hombres, y más bien
que se nos permita abrigarnos en el Señor Jesús, que se identifica
verdaderamente con nosotros. Hay un corazón sincero, una mente fiel, un
Amor inmutable; descansemos allí. El Señor cumplirá el propósito de Su
gracia para con nosotros, Sus siervos, y no debemos permitir que ni una
sombra de duda caiga sobre nuestros espíritus. Todo lo que los hombres o
los demonios puedan hacer, no puede impedir que gocemos de la
protección y la provisión divinas. Oremos en este día pidiéndole al
Señor que nos afirme y nos guarde.
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

Isa
42:16 Pero haré que los ciegos anden por un camino que no conocían,
Haré que sean conducidos por senderos que ignoraban; Cambiaré las
tinieblas en luz delante de ellos, Y los lugares escabrosos en llanura.
Estas cosas haré por ellos y no los desampararé (BTx 3)
“Y guiaré a los ciegos por camino que no sabían.” Isa_42:16.
¡Piensen
que el infinitamente glorioso Jehová actúa como Guía de los ciegos!
¡Qué condescendencia ilimitada implica esto! Un ciego no puede encontrar
un camino que no conozca. Incluso cuando conoce el camino, le resulta
difícil recorrerlo; pero un camino que no hubiera conocido sería una
aventura imposible para sus pies si estuvieran desprovistos de un guía.
Ahora, nosotros somos ciegos por naturaleza en lo relativo al camino de
la salvación, y, sin embargo, el Señor nos introduce en él, y nos lleva
hasta Él, y luego abre nuestros ojos. Todos nosotros somos ciegos en
cuanto al futuro, y no podemos ver la siguiente hora, pero el Señor
Jesús nos guiará hasta el final de nuestro viaje. ¡Bendito sea Su
nombre!
No
podemos adivinar de qué manera nos llegará la liberación, pero el Señor
lo sabe, y Él nos guiará hasta que hayamos escapado de todo peligro.
Bienaventurados los que ponen su mano sobre ese grandioso Guía, y
confían su camino a Él y se entregan ellos mismos a Él. Él los guiará a
lo largo de todo el camino; y cuando los haya llevado a casa, a la
gloria, y haya abierto sus ojos para que vean el camino por el que los
condujo, ¡qué cántico de gratitud cantarán a su grandioso Benefactor!
¡Señor, guía a tu pobre hijo ciego en este día, pues no conozco mi
camino!
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

Stg 4:6 Pero da mayor gracia, por lo cual dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes (BTx 3)
“Da gracia a los humildes.” Stg_4:6. Los
corazones humildes buscan la gracia, y, por tanto, la obtienen. Los
corazones humildes se someten a las dulces influencias de la gracia, y,
así, la gracia es prodigada sobre ellos más y más abundantemente.
Los corazones humildes permanecen en los valles donde fluyen los
arroyos de la gracia, y, así, beben de ellos. Los corazones humildes
están agradecidos por la gracia y dan al Señor la gloria de ello, y, por
esto, es consistente con Su honor que Él les proporcione gracia.
Vamos,
querido lector, ocupa un lugar humilde. Sé pequeño en tu propia
estimación, para que el Señor haga mucho de ti. Tal vez irrumpa el
suspiro: “me temo que no soy humilde”. Tal vez este sea el lenguaje de
la verdadera humildad. Algunos están orgullosos de ser humildes, y este
es uno de los peores tipos de orgullo. Nosotros somos criaturas
necesitadas, desvalidas, indignas, merecedoras del infierno, y si no
somos humildes, deberíamos serlo. Hemos de humillarnos por causa de
nuestros pecados contra la humildad, y entonces el Señor nos dará a
probar Su favor. La gracia nos hace humildes y la gracia encuentra una
oportunidad en esta humildad para derramar mayor gracia. Hemos de
descender para que podamos ascender. Hemos de ser pobres en espíritu
para que Dios nos haga ricos. Seamos humildes para que no necesitemos
ser humillados, para que seamos exaltados por la gracia de Dios.
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

Pro 3:23 Entonces andarás con seguridad en tu camino, Y tu pie no tropezará (BTx 3)
“Entonces andarás por tu camino confiadamente, y tu pie no tropezará.” Pro_3:23.
Es
decir, si seguimos los caminos de la sabiduría y de la santidad,
seremos preservados en ellos. El que viaja a la luz del día por la
calzada, está bajo la protección del rey. Hay un camino para cada
persona, es decir, su propio llamamiento en la vida, y si nosotros
caminamos en él, en el temor de Dios, Él nos preservará del mal. Tal vez
no viajemos lujosamente, pero caminaremos con seguridad. Tal vez ya no
podamos correr como lo hacen los jóvenes, pero podremos caminar como
hombres buenos.
Nuestro
mayor peligro está en nosotros mismos: nuestro débil pie es muy
tristemente propenso al tropiezo. Pidamos una mayor fortaleza moral,
para que nuestra tendencia a resbalar pueda ser dominada. Algunos
tropiezan porque no ven la piedra en el camino: la gracia divina nos
capacita para ver el pecado, y así evitarlo. Hemos de argumentar esta
promesa, y hemos de confiar en Aquel, que sostiene a Sus elegidos.
¡Ay!,
nuestro peor peligro es nuestra propia negligencia, pero el Señor nos
ha puesto en guardia contra esto, diciendo: “Velad y orad.”
¡Oh,
pidamos gracia para caminar hoy sin un solo tropiezo! No basta que no
caigamos de hecho; nuestro clamor ha de ser que no experimentemos el
menor resbalón con nuestro pie, sino que al fin adoremos a Quien es
poderoso para protegernos de cualquier tropiezo.
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

Mat
6:30 Y si la hierba del campo, que hoy existe y mañana es echada al
horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, oh hombres° de
poca fe? (BTx 3)
“Y
si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios
la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
Mat_6:30. Los
vestidos son caros, y los creyentes pobres podrían ser conducidos a la
ansiedad cuando se preguntan: ¿de dónde provendrá su siguiente traje?
Las suelas están gastadas; ¿cómo conseguiremos nuevos zapatos? Vean cómo
nuestro previsor Señor ha dado la provisión para enfrentar esta
preocupación. Nuestro Padre celestial viste a la hierba del campo con un
esplendor que Salomón no pudo emular: ¿acaso no vestirá a Sus propios
hijos? Estamos seguros que lo hará. Puede ser que haya muchos remiendos y
costuras, pero en verdad tendremos vestidos.
Un
pobre ministro tenía sus vestidos muy raídos y tan desgastados que casi
se deshacían; pero como siervo del Señor esperaba su Maestro le
proporcionara su librea.
Sucedió
que el escritor de esta reflexión, en una visita a un amigo, fue
invitado a ocupar el púlpito de aquel buen hombre, y se le vino a la
mente hacer una colecta p ara él, y así obtuvo su uniforme. Hemos visto
muchos otros casos en los que quienes sirven al Señor han descubierto
que Él se preocupa por su guardarropa. Quien hizo al hombre de tal
manera que cuando hubo pecado necesitó de vestidos, también en
misericordia le suministró las ropas; y los vestidos que el Señor les
dio a nuestros primeros padres fueron mucho mejores que los que ellos
mismos se hicieron.
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

Sal
84:11 Porque sol y escudo es YHVH ’Elohim, Favor y honor concede YHVH,
No quitará el bien a los que andan en integridad. (BTx 3)
“Gracia y gloria dará Jehová.” Sal_84:11.
Gracia
es lo que necesitamos justo ahora, y ha de ser recibirse libremente.
¿Qué puede ser más libre que un don? Hoy recibiremos gracia
sustentadora, fortalecedora, santificadora y favorable. Él ha
proporcionado gracia diaria hasta ahora, y en cuanto al futuro, esa
gracia bastará. Si tenemos poca gracia, la falla radica en nosotros;
pues en el Señor no hay escasez, ni es tardo para proporcionarla en
abundancia. Podemos pedir toda la gracia que queramos, sin temer nunca
un desaire. Él da abundantemente y sin reproche.
Puede
ser que el Señor no dé oro, pero dará gracia: puede ser que no dé
ganancia, pero dará gracia. Ciertamente Él nos enviará pruebas, pero nos
dará gracia en proporción a esas pruebas. Podremos ser llamados a
esforzarnos arduamente, y a sufrir, pero con esa llamada vendrá toda la
gracia requerida.
¡Y
qué hay en el texto: “y gloria”! No necesitamos gloria todavía, y
todavía no somos aptos para ella; pero la tendremos en su debido orden.
Después de haber comido el pan de la gracia, beberemos del vino de la
gloria. Hemos de ir del lugar santo, que es la gracia, al lugar
santísimo, que es la gloria. Estas palabras “y gloria” son suficientes
para hacer que un hombre dance de gozo. Un poco de tiempo más, un poco
más, y luego ¡la gloria para siempre!
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

Pro 15:8 Abominación a YHVH es el sacrificio de los impíos, Pero la oración de los rectos es su deleite (BTx 3)
“Mas la oración de los rectos es su gozo.” Pro_15:8.
Esto
equivale a una promesa, pues declara un hecho presente que será siempre
el mismo a través de todas las edades. Dios se complace mucho en las
oraciones de los hombres rectos; incluso las llama Su gozo. Ser rectos
debe ser nuestra primera preocupación. Sin inclinarnos a un lado o al
otro, seamos rectos: sin permitir ser torcidos por la política ni quedar
postrados por ceder al mal, seamos rectos en estricta integridad y
sinceridad. Si comenzamos a evadir y a cambiar, seremos dejados para que
nos las arreglemos solos.
Si
recorremos vías torcidas, descubriremos que no podemos orar, y si
pretendemos hacerlo, encontraremos que nuestras oraciones no entran en
el cielo.
¿Estamos
actuando en línea recta y así seguimos la voluntad revelada del Señor?
Entonces oremos mucho y oremos en fe. Si nuestra oración es un gozo para
Dios, no hemos de escatimar lo que le produce gozo. Él no considera la
gramática de la oración, ni su metafísica, ni su retórica; en todas
estas cosas, los hombres podrían despreciarla.
Él,
como un Padre, se complace en los balbuceos de Sus bebés, en los
tartamudeos de Sus hijos e hijas recién nacidos. ¿No deberíamos
deleitarnos en la oración puesto que el Señor se goza en ella? Hagamos
visitas al trono. El Señor nos proporciona muchas razones para que
oremos, y hemos de agradecerle que así sea.
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

Jer 1:8 No temas delante de ellos, porque Yo estoy contigo para librarte, dice YHVH (BTx 3)
“No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová.” Jer_1:8. Siempre
que el miedo se apodera de nosotros y nos hace vacilar, estamos en
peligro de caer en pecado. La presunción ha de ser temida pero también
hemos de temer la cobardía. “Atrévete a ser un Daniel”. Nuestro
grandioso Capitán ha de ser servido por valientes soldados.
Qué motivo es este para que tengamos valentía. Dios está con aquellos que están con Él.
Dios
nunca estará lejos cuando llegue la hora de la lucha. ¿Te está
amenazando alguien? ¿Quién eres tú para que tengas miedo de un hombre
que habrá de morir? ¿Perderás tu condición? Tu Dios a quien sirves
encontrará pan y agua para Sus siervos. ¿Acaso no puedes con fiar en Él?
¿Te cubre alguien de ridículo? ¿Romperá esto tus huesos o tu corazón?
Sopórtalo por Cristo e incluso regocíjate por ello.
Dios
está con los sinceros, los justos y los santos, para librarlos; y Él te
librará. Recuerda cómo salió Daniel del foso de los leones, y cómo
salieron los tres jóvenes santos del horno. Tu caso no es tan
desesperado como el de ellos; pero si lo fuese, el Señor te apoyará en
todo momento y te hará más que un vencedor. Tenle miedo a tener miedo.
Tenle temor a tener temor. Tu peor enemigo está en tu propio pecho. Cae
de rodillas y clama pidiendo ayuda y luego levántate diciendo: “Me
aseguraré y no temeré.”
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

Flp 4:9 Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced, y el Dios de paz estará con vosotros (BTx 3)
“Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.” Flp_4:9. Es
algo bueno cuando un hombre puede ser imitado minuciosamente para
beneficio, como Pablo podía ser imitado. ¡Oh, que recibamos la gracia de
imitarlo este día y todos los días!
Si
nosotros, por medio de la gracia divina, pusiéramos en práctica la
enseñanza paulina, podríamos reclamar la promesa que está ahora abierta
delante de nosotros; ¡y qué promesa es! Dios, que ama la paz, hace la
paz, e infunde paz, estará con nosotros. “Paz sea con todos vosotros” es
una dulce bendición; pero que el Dios de paz esté con nosotros, es una
mayor bendición. De esta manera tenemos tanto la fuente como también sus
corrientes, tenemos el sol así como sus rayos. Si el Dios de paz está
con nosotros, gozaremos de la paz de Dios que sobrepasa todo
entendimiento, aunque las circunstancias externas amenacen con
perturbarnos. Si los hombres disputaran, nosotros nos convertiríamos en
pacificadores, si el Hacedor de la paz está con nosotros.
Es
en el camino de la verdad que la paz real es encontrada. Si abandonamos
la fe o nos desviamos del sendero de justicia bajo la noción de
promover la paz, estaremos gravemente equivocados. Primero puros, y
luego pacíficos, es el orden de la sabiduría y de la evidencia.
Apeguémonos a la instrucción de Pablo, y tendremos al Dios de paz con
nosotros de la misma manera que estuvo con el apóstol.
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

Eze
11:16 Por tanto, di: Así dice Adonay YHVH: Aunque Yo los arrojé lejos
entre las naciones, y aunque los dispersé entre los pueblos, con todo,
les seré por un pequeño Santuario en las tierras adonde lleguen (BTx 3)
“Por
tanto, di: Así ha dicho Jehová el Señor: Aunque les he arrojado lejos
entre las naciones, y les he esparcido por las tierras, con todo eso les
seré por un pequeño santuario en las tierras adonde lleguen.”
Eze_11:16.
Proscritos
de los medios públicos de la gracia, no nos quedamos desprovistos de la
gracia de los medios. El Señor que coloca a Su pueblo donde se sienten
como exilados, estará con ellos, y será para ellos todo lo que podrían
haber tenido en casa, en el lugar de sus solemnes asambleas. ¡Aprópiense
de esto, oh ustedes que son llamados a andar errantes!
Dios
es para Su pueblo un lugar de refugio. Ellos encuentran santuario en
Él frente a todos los adversarios. Él es también su lugar de adoración.
Él está con ellos como estuvo con Jacob cuando durmió al aire libre, y
levantándose, dijo: “Ciertamente Jehová está en este lugar.” Para ellos
Dios será también un santuario de tranquilidad, como el lugar santísimo,
que era la silenciosa morada del Eterno. Ellos estarán tranquilos
frente al temor del mal.
El
propio Dios, en Cristo Jesús, es el santuario de misericordia. El arca
del pacto es el Señor Jesús, y la vara de Aarón, la urna del maná y las
tablas de la ley están todas en Cristo nuestro santuario. En Dios
encontramos el santuario de santidad y de comunión.
¿Qué más necesitamos? ¡Oh, Señor, cumple esta promesa, y sé siempre para nosotros como un pequeño santuario!
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

Isa 66:13 Como a uno que consuela su madre, Así Yo os consolaré; en Jerusalem seréis consolados (BTx 3)
“Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros.” Isa_66:13.
¡El
consuelo de una madre! Ah, es la ternura misma. ¡Cómo se adentra una
madre en el dolor de su hijo! ¡Cómo lo estrecha contra su pecho, y trata
de extraerle toda su aflicción para trasladarla a su propio corazón! Él
puede contarle todo a ella, ya que se identificará con el problema como
nadie podría hacerlo. Entre todos los consoladores, el niño prefiere a
su madre, e incluso hombres adultos han descubierto que esto es así.
¿Acaso Jehová condesciende a hacer el papel de una madre? Esto, en verdad, es bondad.
Podemos
percibir con facilidad que Él sea un padre; pero ¿será también como
una madre? ¿Acaso no nos invita esto a una santa familiaridad, a una
confianza sin reservas, a un reposo sagrado? Cuando Dios se convierte en
“el Consolador” ninguna angustia puede permanecer por largo tiempo.
Cada uno de nosotros ha de contarle su problema, aunque los sollozos y
los suspiros se conviertan en nuestra primera expresión. Él no nos
despreciará por nuestras lágrimas; nuestra madre no lo hizo. Él
considerará nuestra debilidad así como lo hizo ella, y quitará nuestras
faltas, sólo que lo hará de una manera más cierta y más seguro de lo que
nuestra madre podría hacerlo. No procuraremos llevar solos nuestro
dolor: eso sería rudo para Uno tan gentil y tan amable. Comencemos el
día con nuestro amante Dios, y, ¿por qué no lo terminamos en la misma
compañía, puesto que las madres nunca se cansan de sus hijos?
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

Jer 1:6 Entonces dije: ¡Ah, Adonay YHVH! He aquí, no sé hablar, porque soy joven.
Jer 1:7 Pero me dijo YHVH: No digas: Soy joven. Adondequiera que te envíe, irás, y todo lo que te mande, dirás (BTx 3)
“Y
yo dije: ¡Ah! ¡ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy
niño. Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te
envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande.” Jer_1:6-7. Jeremías
era joven y sentía una reticencia natural cuando fue enviado por el
Señor a cumplir un gran encargo; pero el que lo envió no aceptaría que
dijera: “Soy niño”. Lo que era en sí mismo no debía ser mencionado,
sino que había de perderse en la consideración de que era elegido para
hablar por Dios. No tenía que idear ni inventar un mensaje, ni elegir un
audiencia: él tenía que hablar lo que Dios le mandase, y hablar adonde
Dios le enviase, y sería capacitado para hacer esto con una fuerza que
no era la suya.
¿No
ocurre lo mismo con algún joven predicador, o algún maestro que lea
estas líneas? Dios sabe cuán joven eres, y cuán débiles son tu
conocimiento y tu experiencia; pero si Él decide enviarte, no te
corresponde cuestionar el llamado celestial. Dios se engrandecerá en tu
debilidad. Si fueras tan viejo como Matusalén, ¿cuánto te ayudarían tus
años? Si fueras tan sabio como Salomón, podrías ser tan veleidoso como
él. Has de atenerte a tu mensaje, y será tu sabiduría; sigue tus órdenes
de marcha y serán tu discreción.
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

Deu 33:18 De Zabulón dijo: ¡Regocíjate, oh Zabulón, en tus salidas marítimas,° Y tú Isacar, en tus tiendas! (BTx 3)
“A Zabulón dijo: alégrate, Zabulón cuando salieres.” Deu_33:18.
Las
bendiciones de las tribus son nuestras; pues nosotros somos el
verdadero Israel que adora a Dios en espíritu y no tiene confianza en la
carne. Zabulón ha de regocijarse porque Jehová lo bendecirá “cuando
saliere”; vemos también para nosotros, una promesa latente en esta
bendición. Cuando salgamos buscaremos ocasiones de gozo.
Cuando
salimos en un viaje, la providencia de Dios es nuestra escolta. Cuando
salimos para emigrar, el Señor está con nosotros, tanto en tierra como
en el mar. Cuando salimos como misioneros, Jesús nos dice: “He aquí yo
estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.” Salimos cada
día a nuestro trabajo, y podemos hacerlo con alegría, pues Dios estará
con nosotros desde la mañana hasta la noche.
Un
miedo se introduce en nosotros cuando estamos comenzando algo, pues no
sabemos qué podríamos encontrar; pero esta bendición puede servirnos muy
bien como una palabra de buen aliento. Cuando empaquemos para mudarnos,
pongamos este versículo en el baúl de viaje; coloquémoslo en nuestros
corazones, y guardémoslo allí; sí, pongámoslo en nuestra lengua para que
nos haga cantar. Levemos el ancla con un cántico, y subámonos al
carruaje con un salmo. Hemos de pertenecer a la tribu que se alegra, y
en cada uno de nuestros momentos, hemos de alabar al Señor con corazones
alegres.
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

1Sa
17:47 y toda esta gente sepa que YHVH no salva con la espada y la
lanza, por cuanto esta batalla es de YHVH, y Él os entregará en nuestra
mano (BTx 3)
“Y
sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con
lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras
manos.” 1Sa_17:47. Este
punto nos ha de quedar muy claro: que la batalla es del Señor, y
podemos estar muy seguros de la victoria, y de una victoria tal, que
manifieste mejor el poder de Dios.
El
Señor es olvidado por todos los hombres en demasía, sí, incluso por las
asambleas de Israel; y cuando haya una oportunidad de hacer ver a los
hombres que la Grandiosa Primera Causa puede alcanzar Sus propósitos sin
el poder del hombre, es una ocasión inapreciable que debe ser bien
empleada. Incluso Israel confía demasiado en la espada y la lanza. Es
algo grandioso que no haya una espada en la mano de David, y, sin
embargo, que David sepa que su Dios vencerá a ejércitos enteros de
pueblos enemigos.
Si
en verdad estamos contendiendo por la verdad y la justicia, no nos
demoremos hasta que tengamos talento, o riqueza, o cualquier otra forma
de poder visible a nuestra disposición; pero con tales piedras como las
que encontramos en el arroyo, y con nuestra usual honda, corramos a
enfrentar al enemigo. Si fuese nuestra propia batalla podríamos
desconfiar; pero si nos estamos levantando por Jesús, y haciendo la
guerra en Su fortaleza únicamente, ¿quién podría estorbarnos? Sin
ninguna traza de duda, enfrentemos a los filisteos; pues el Señor de los
Ejércitos está con nosotros, ¿y quién podría estar contra nosotros?
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

Jua 12:46 Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo el que cree en mí no permanezca en tinieblas (BTx 3)
“Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.” Jua_12:46. Este
mundo es oscuro como la medianoche; Jesús ha venido para que por fe,
tengamos luz y no permanezcamos por más tiempo en la tenebrosidad que
cubre a todo el resto de la humanidad.
Todo
aquel es un término muy amplio: quiere decir ustedes y yo. Si confiamos
en Jesús, no permaneceremos más en la oscura sombra de la muerte, sino
que entraremos en la cálida luz de un día que no terminará nunca. ¿Por
qué no salimos a la luz de inmediato?
Una
nube se puede cernir algunas veces sobre nosotros, pero no
permaneceremos en la oscuridad si creemos en Jesús. Él ha venido para
proporcionarnos abundante luz del día.
¿Vendrá
en vano? Si tenemos fe, contamos con el privilegio de la luz del sol:
debemos gozarlo. Jesús ha venido para liberarnos de la noche de la
depravación natural, de la ignorancia, de la duda, de la desesperación,
del pecado y del terror; y todos los creyentes sabrán que Él no viene en
vano, como tampoco lo hace el sol que sale y esparce indefectiblemente
su calor y su luz.
Arroja
con una sacudida tu depresión, amado hermano. No permanezcas en las
tinieblas, sino habita en la luz. En Jesús está tu esperanza, tu gozo,
tu cielo. Míralo a Él, y únicamente a Él, y te gozarás como los pájaros
se deleitan con la salida del sol, y como los ángeles se gozan delante
del trono.
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

Jer
29:7 Procurad la paz de la ciudad a la cual os hice transportar, y
rogad por ella a YHVH, porque en la paz de ella tendréis vosotros paz
(BTx 3)
“Y
procurad la paz de la ciudad a la cual os hice transportar, y rogad por
ella a Jehová; porque en su paz tendréis vosotros paz.” Jer_29:7. El
principio involucrado en este texto nos sugiere a todos aquellos de
nosotros que somos los peregrinos y extranjeros del Señor, que hemos de
estar deseosos de promover la paz y la prosperidad de la gente entre
quienes habitamos. Nuestra nación y nuestra ciudad han de ser
especialmente bendecidas por nuestra constante intercesión. Una sincera
oración por Gran Bretaña e Irlanda es muy conveniente en la boca de cada
creyente inglés.
Oremos
con denuedo por la gran bendición de la paz, tanto en casa como en el
extranjero. Si la refriega causara el derramamiento de sangre en
nuestras calles, o si la batalla en el extranjero matara a nuestros
valientes soldados, todos nosotros deberíamos lamentar la calamidad; por
tanto, oremos por la paz, y promovamos diligentemente aquellos
principios por los que las clases sociales en casa y los pueblos
extranjeros estén ligados entre sí con lazos de amistad.
A
nosotros mismos se nos promete tranquilidad en conexión con la paz de
la nación, y esto es sumamente deseable; pues así podemos educar a
nuestras familias en el temor del Señor, y también predicar el Evangelio
sin impedimentos y sin obstáculos. Hoy hemos de orar mucho por nuestro
país, confesando los pecados nacionales, y pidiendo el perdón y la
bendición para la nación, por Jesucristo nuestro Señor.
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

Deu 28:5 Bendita será tu cesta y tu artesa de amasar (BTx 3)
“Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar.” Deu_28:5. La
obediencia trae una bendición sobre todas las provisiones que nuestra
diligencia nos proporciona. Aquello que entra y sale de inmediato, como
la fruta en la canasta que es para uso inmediato, será bendecido; y
aquello que permanece con nosotros por una temporada más larga,
igualmente recibirá una bendición. Tal vez la nuestra sea una porción
equivalente a una canasta de mano. Tenemos muy poco para el desayuno, y
un escaso bocado para la comida, en nuestro canasto, cuando salimos a
nuestro trabajo en la mañana. Esto está bien, pues la bendición del
Señor es prometida para esa canasta. Si no contamos con provisiones y
sólo tenemos lo que llevamos de la mano a la boca, recibiendo cada día
la provisión del día, estamos tan bien como Israel; pues cuando el Señor
mantenía a Su pueblo elegido, sólo les proporcionaba maná para el día.
¿Qué más necesitaban ellos? ¿Qué más necesitamos nosotros?
Pero
si tenemos una reserva, ¡cuánto más necesitamos que el Señor la
bendiga! Pues está el cuidado de obtenerla, el cuidado de guardarla, el
cuidado de administrarla, el cuidado de usarla; y a menos que el Señor
la bendiga, estos cuidados carcomerán nuestros corazones, hasta que
nuestros bienes se conviertan en nuestros dioses, y nuestros cuidados se
manifiesten en llagas gangrenosas.
Oh,
Señor, bendice nuestros bienes. Capacítanos para usarlos para Tu
gloria. Ayúdanos a mantener las cosas mundanas en su debido lugar, y que
nuestros ahorros no pongan en peligro la salvación de nuestras almas.
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

Sal 146:7 Que hace justicia a los oprimidos, Que da pan a los hambrientos. YHVH liberta a los cautivos (BTx 3)
“Jehová liberta a los cautivos.” Sal_146:7. Él
lo ha hecho. Recuerden a José, a Israel en Egipto, a Manasés, a
Jeremías, a Pedro y a muchos otros. Él todavía puede hacerlo. Él rompe
las barras de bronce con una palabra, y desata los grilletes de hierro
con una mirada. Él lo está haciendo. En miles de lugares, aquellos que
están atribulados están saliendo a la luz y tienen un respiro. Jesús
todavía proclama la salida de la prisión para quienes están detenidos.
En este momento las puertas se están abriendo de par en par y los
grilletes están cayendo al suelo.
Él
se deleitará en liberarte, querido amigo, si en este momento gimes por
causa de aflicción, la duda o el miedo. Será un gozo para Jesús darte
libertad. Le dará un gran placer soltarte, como será un placer para ti
ser soltado. No, tú no tienes que cortar la atadura de hierro: el propio
Señor lo hará. Sólo confía en Él, y Él será tu Emancipador.
Cree
en Él a pesar de las paredes de piedra, o las esposas de hierro.
Satanás no puede retenerte, el pecado no puede encadenarte, y ni
siquiera la desesperación puede sujetarte, si crees ahora en el Señor
Jesús, y en la gratuidad de Su gracia, y en la plenitud de Su poder para
salvar.
Desafía al enemigo, y deja que la palabra que está ahora delante de ti sea tu cántico de
liberación: “Jehová liberta a los cautivos.”
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

Ose
14:3 Asiria no nos salvará; Ya no montaremos a caballo, Ni diremos más a
la hechura de nuestras manos: ¡Dioses nuestros sois! Porque sólo en ti
halla misericordia el huérfano (BTx 3)
“En ti el huérfano alcanzará misericordia.” Ose_14:3. Esta
es una excelente razón para deshacernos de todas las otras confianzas y
confiar únicamente en el Señor. Cuando un niño se queda sin su
protector natural, nuestro Dios interviene y se convierte en su
guardián: así también, cuando un hombre ha perdido todo objeto de
dependencia, puede apoyarse plenamente en el Dios vivo y encontrar en Él
todo lo que necesita. Los huérfanos son colocados sobre la paternidad
de Dios, y Él provee para ellos. El escritor de estas páginas sabe lo
que es depender del brazo desnudo de Dios, y da su testimonio voluntario
de que ninguna confianza está tan bien certificada por los hechos, o
tan segura de ser recompensada por los resultados, como la confianza en
el invisible pero siempre vivo Dios.
Algunos
hijos que tienen padres no son mejores por causa de ellos, pero los
huérfanos con Dios son ricos. Es mejor tener a Dios y a ningún otro
amigo, que tener a todos los protectores de la tierra pero no tener a
Dios. Ser separado de la criatura es doloroso, pero mientras el Señor
permanezca siendo la fuente de la misericordia para nosotros, no somos
huérfanos en absoluto. Que los niños sin padre argumenten esta palabra
de gracia en esta mañana, y que todos los que hayan perdido el apoyo
visible hagan lo mismo.
¡Señor,
que encuentre yo misericordia en Ti! Entre más necesitado e indefenso
me encuentro, más confiadamente apelo a Tu amoroso corazón.
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

Pro 3:33 La maldición de YHVH gravita sobre la casa del impío, Al paso que bendice la morada de los justos (BTx 3)
“Pero bendecirá la morada de los justos.” Pro_3:33. El
justo teme al Señor y por tanto está bajo la protección divina incluso
en cuanto al techo que le cubre a él y a su familia. Su casa es una
morada de amor, una escuela de entrenamiento santo, y un lugar de luz
celestial. En ella hay un altar familiar donde el nombre del Señor es
tenido diariamente en reverencia. Por ello el Señor bendice su
habitación. Puede ser una casita humilde o una mansión señorial; pero la
bendición del Señor llega debido al carácter del habitante, y no debido
al tamaño de la morada.
El
hogar en el que el señor y la señora son personas temerosas de Dios, es
sumamente bendecido; pero un hijo o una hija o incluso un sirviente
pueden atraer una bendición sobre todo el hogar. El Señor con frecuencia
preserva, prospera y provee a toda una familia por causa de uno o dos
de sus miembros, que son personas “justas” en Su estimación, porque Su
gracia los ha hecho así. Amados, hemos de tener a Jesús como nuestro
huésped constante, así como lo tenían las hermanas de Betania, y
entonces seremos en verdad bendecidos.
Hemos
de procurar ser justos en todas las cosas: en nuestro negocio, en
nuestro juicio sobre los demás, en nuestro trato con los vecinos, y en
nuestro propio carácter personal.
Un Dios justo no puede bendecir transacciones injustas.
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

1Sa
2:30 Por tanto, así dice YHVH Dios de Israel: En verdad dije que tu
casa y la casa de tu padre andarían en mi presencia perpetuamente. Pero
ahora, así dice YHVH: ¡Lejos sea esto de mí! Porque a los que me honran
Yo los honraré, pero los que me menosprecien serán afrentados (BTx 3)
“Yo honraré a los que me honran.” 1Sa_2:30. ¿Hago
de la honra de Dios el gran objetivo de mi vida y la regla de mi
conducta? Si es así, Él me honrará. Puede ser que por un tiempo no
reciba ninguna honra del hombre, pero Dios mismo pondrá honor en mí de
la manera más eficaz. Estar dispuesto a ser avergonzado por motivos de
conciencia se encontrará al final que es el camino más seguro para la
honra.
Elí
no había honrado al Señor al no gobernar bien su casa, y sus hijos no
habían honrado al Señor con un comportamiento digno de su sagrado
oficio, y, por tanto, el Señor no los honró a ellos, sino que retiró el
sacerdocio de su familia, e hizo que el joven Samuel fuera el gobernante
de la tierra en lugar de cualquier persona del linaje de ellos. Si
quiero ver a mi familia ennoblecida, he de honrar al Señor en todas las
cosas.
Dios
podría permitir que el malvado alcance honras mundanas; pero la
dignidad que Él mismo otorga, incluso la gloria, el honor, y la
inmortalidad, es reservada para aquellos que mediante santa obediencia
procuran honrarlo a Él.
¿Qué
puedo hacer en este día para honrar al Señor? Voy a promover Su gloria a
través de un testimonio verbal, y por medio de mi obediencia práctica.
También voy a honrarlo con mis bienes, y ofreciéndole un servicio
especial. He de sentarme y pensar cómo puedo honrarlo, puesto que Él me
honrará.
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

Sal 16:10 Porque no dejarás mi alma en el Seol, Ni permitirás que tu santo vea corrupción (BTx 3)
“Porque no dejarás mi alma en el Seol, ni permitirás que tu santo vea corrupción.” Sal_16:10. Esta
palabra tiene su adecuado cumplimiento en el Señor Jesús; pero se
aplica también, con una variación, a todos los que están en Él. Nuestra
alma no será dejada en el estado de separación, y nuestro cuerpo, aunque
vea la corrupción, se levantará de nuevo. Es a este significado
general, más bien que a la aplicación específica, que queremos atraer
los pensamientos de nuestros lectores en este momento en particular.
Podríamos
descender muy hondo en espíritu, hasta parecer que nos sumergimos en el
abismo del infierno; pero no seremos dejados allí. Podría parecer que
estamos a las puertas de la muerte en el corazón y la conciencia; pero
no podemos permanecer allí.
Nuestra
muerte interna en cuanto a gozo y esperanza puede progresar muy lejos;
pero no puede continuar hasta sus últimas consecuencias, hasta alcanzar
la plena corrupción de la negra desesperación. Podremos descender muy
bajo, pero no más bajo de lo que el Señor permita; podremos detenernos
en el más profundo calabozo de la duda por un tiempo, pero no
pereceremos allí. La estrella de la esperanza sigue todavía en el cielo
cuando la noche es más negra. El Señor no nos olvidará ni nos entregará
al enemigo.
Descansemos
en la esperanza. Tenemos que tratar con uno cuya misericordia permanece
para siempre. Ciertamente, de la muerte, y de la oscuridad, y de la
desesperación, hemos de levantarnos a la vida, a luz y a la libertad.
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

Mat 6:3 Pero tú, cuando des limosna, no sepa tu izquierda qué hace tu derecha,
Mat 6:4 para que así tu limosna sea en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará (BTx 3)
“Mas
cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha,
para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto
recompensará en público .” Mat_6:3-4. Ninguna
promesa es hecha a aquellos que dan a los pobres para ser vistos de los
hombres. Reciben su recompensa de inmediato, y no pueden esperar un
pago doble.
Ocultemos
nuestra caridad; sí, ocultémosla incluso de nosotros mismos. Den con
tanta frecuencia y den en abundancia, como un asunto de rutina, al
punto que ya no sea más notorio haber ayudado al pobre, que haber comido
sus comidas regulares. Den sus limosnas sin susurrarse siquiera: “¡cuán
generoso soy !” No traten de recompensarse a ustedes mismos. Dejen ese
asunto a Dios, que nunca deja de ver, de registrar, y de recompen sar.
Bienaventurado es el hombre que está ocupado en secreto con su
generosidad: encuentra un gozo especial en sus desconocidas
benevolencias. Este es el pan que, comido sigilosamente, es más
delicioso que los banquetes de los reyes. ¿Cómo me puedo dar el gusto
hoy de este lujo exquisito? He de tener un festín real de ternura y
generosidad de alma.
Aquí
y en el más allá, el Señor mismo verá personalmente que se recompense
al dador secreto de limosnas. Esto se hará a Su manera y a Su tiempo; y
Él elegirá lo mejor . Cuál es el significado de esta promesa, se
requerirá de una eternidad para revelarlo.
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

Isa
66:5 Oíd la palabra de YHVH, los que tembláis ante su palabra: Dicen
vuestros hermanos que os aborrecen, Que os rechazan por causa de mi
Nombre: ¡Muestre ahora su gloria YHVH, y veamos vuestro gozo! Pero ellos
serán avergonzados (BTx 3)
“Oíd
palabra de Jehová, vosotros los que tembláis a su palabra: Vuestros
hermanos que os aborrecen, y os echan fuera por causa de mi nombre,
dijeron: Jehová sea glorificado. Pero él se mostrará para alegría
vuestra, y ellos serán confundidos.” Isa_66:5.
Posiblemente
este texto no se aplique a uno en diez mil de los lectores de este
librito de promesas; pero el Señor anima a ese con tales palabras como
estas. Oremos por los que son echados fuera indebidamente de la sociedad
que aman. ¡Que el Señor aparezca para su gozo!
El
texto se aplica a hombres verdaderamente agraciados que tiemblan ante
la palabra de Dios. Estos eran odiados por sus hermanos, y a la larga
fueron echados fuera debido a su fidelidad y a su santidad. Esto debe
haber sido muy amargo para ellos; y con mayor razón porque fueron
echados fuera en el nombre de la religión, y manifiestamente con la mira
de glorificar a Dios. ¡Cuánto se hace para el demonio en el nombre de
Dios! El uso del nombre de Jehová para agregar veneno a la mordida de la
serpiente antigua, es un ejemplo de esta argucia.
La
aparición del Señor para ellos es la esperanza de Su pueblo perseguido.
Él aparece como el abogado y defensor de Sus elegidos; y cuando lo
hace, esto significa una clara liberación para los temerosos de Dios y
vergüenza para sus opresores. ¡Oh, Señor, cumple esta palabra para
aquellos a quienes los hombres están ridiculizando!
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román
