Sal 110:3 En el día de tu poder, tu pueblo se ofrecerá voluntariamente, En la hermosura de la santidad. Desde el vientre de la aurora, Tienes el rocío de tu juventud (BTx 3)
Tu pueblo se te ofrecerá voluntariamente en el día de tu
poder. Salmos 110:3
¡Bendito sea el Dios de gracia! Tiene un pueblo
al que escogió en otro tiempo para que fuese su particular
heredad. Por naturaleza los hijos de este pueblo tienen una voluntad tan rebelde como los demás hijos de Adán; mas cuando Dios manifiesta su poder, o cuando despliega su omnipotencia, dispone su corazón al arrepentimiento y a creer en Jesús. Nadie se salva contra su voluntad. ¡Poder maravilloso es éste que nunca fuerza la voluntad, sino que la abre con llave maestra que Él sólo sabe manejar.
Ahora estamos dispuestos a ser, obrar o sufrir lo que el Señor quiera. Si nos vemos tentados a rebelarnos, con sólo venir Él, podremos correr por el camino de sus mandamientos con todo nuestro corazón. Que en este día, mi voluntad esté dispuesta a realizar un generoso esfuerzo para la gloria de Dios y el bien de mis semejantes. Señor, heme aquí; sea hoy el día de tu poder. Estoy enteramente a tu disposición, deseoso de que te sirvas de mí para tus designios sacrosantos.
Que nunca me vea obligado a exclamar: «tengo el querer, mas el efectuar el bien no lo alcanzo». Dame el poder como me das la voluntad.
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román.

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