martes, 30 de septiembre de 2014

El Señor nos ha dado tanto, nos invita a pedir más y a esperar más todavía


Sal 81:10 Yo soy YHVH, tu Dios, El que te hizo subir de la tierra de Egipto;n¡Ensancha tu boca, y Yo la llenaré! (BTx 3)

Abre tu boca, y yo la llenaré. Salmos 81:10

 
¡Qué estímulo para la oración! Nuestras nociones humanas nos inducirían a pedir cosas pequeñas, porque nuestros méritos son pequeños. La oración debería ser una cosa tan sencilla como abrir la boca; una expresión natural y espontánea. Cuando una persona es fervorosa, ensancha su boca; yeste versículo nos enseña a ser fervientes en nuestras oraciones. Mas también significa que podemos tener confianza en Dios y pedir que sus manos derramen grandes bendiciones sobre nosotros. Lee todo el versículo y comprenderás la razón: «Yo soy Jehová tu Dios que te hice subir de la tierra de Egipto; ensancha tu boca, y henchirla he». Puesto que el Señor nos ha dado tanto, nos invita a pedir más y a esperar más todavía.
Observad cómo los pajarillos en sus nidos abren su pico cuando la madre viene a alimentarlos. Hagamos nosotros lo mismo, para que recibamos la gracia por todas las puertas de nuestra alma, a la manera que la esponja absorbe el agua en que está metida. Dios está dispuesto a llenarnos, siempre
que nosotros lo estemos para ser henchidos. Que nuestras
necesidades nos hagan abrir la boca: nuestra flaqueza para suspirar con ansia; nuestras alarmas para gritar como un niño. La boca abierta será llena por el mismo Señor. Que así sea con nosotros desde el día de hoy.



La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román.


 



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