domingo, 12 de octubre de 2014

A fin de que tú vivas


Deu 30:6 YHVH tu Dios circuncidará tu corazón y el corazón de tu descendencia, para que ames a YHVH tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas (BTx 3)

Y circuncidará Jehová tu Dios tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, a fin de que vivas. Deuteronomio 30:6


Aquí nos habla el Señor de la verdadera circuncisión. Notad que dice: «Jehová tu Dios». Sólo Él puede obrar con eficacia en el corazón y quitar de él todo lo carnal y manchado. El que amemos a Dios con todo nuestro corazón y con toda nuestra alma es un milagro de la gracia que sólo el Espíritu Santo puede realizar. Para esto sólo hemos de mirar al Señor, y sólo esto ha de satisfacernos. Notad dónde se hace esta circuncisión. No es en la carne, sino en el espíritu. Es la marca esencial de la Alianza de gracia. El amor de Dios es la señal indeleble de la simiente escogida; por medio de esta señal secreta, es confirmada en el creyente la elección de la gracia. Miremos que nuestra confianza no esté cifrada en ningún rito externo, sino que seamos sellados en el corazón por la operación del Espíritu Santo. Notad, finalmente, el resultado: «a fin de que tú vivas». La intención de la carne es muerte. Venciendo a la carne, tenemos vida y paz. Si andamos en el Espíritu, viviremos. Quiera el Señor Dios nuestro cumplir en nosotros su palabra para que, en el sentido más perfecto y más elevado, podamos vivir para el Señor!

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román.



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