jueves, 30 de octubre de 2014

Dios lo ha dicho, y así lo hará


Eze 36:25 Y rociaré agua limpia sobre vosotros, y seréis limpios de todas vuestras inmundicias, y os limpiaré de todos vuestros ídolos. (BTx 3)

Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos, os limpiaré. Ezequiel 36:25



Qué gran motivo de alegría es éste! Él, que nos ha purificado con la sangre de Cristo, nos limpiará también con agua por el Espíritu Santo. Dios lo ha dicho, y así lo hará: «Seréis limpiados». Señor, sentimos y deploramos nuestra inmundicia, y nos consuela saber de tu misma boca que seremos limpiados. ¡Apresúrate a hacerlo!
Él nos librará de nuestros más graves pecados. La incredulidad y los deseos de la carne que batallan contra el alma, los mezquinos pensamientos del orgullo y las instigaciones de Satanás a que blasfememos de su santo nombre..., todos estos pecados serán limpiados y no reaparecerán jamás.
También nos limpiará de nuestros ídolos, sean de oro o de barro: nuestro amor impuro y nuestro excesivo amor a lo que en sí es puro. Lo que hemos adorado como ídolo será quebrantado en nosotros, o bien nosotros nos separaremos de Él.
Dios nos anuncia lo que Él mismo hará. Por lo tanto, su palabra es cierta y firme, y podemos confiadamente esperar lo que se nos asegura. La purificación es una gracia del pacto, y éste es ordenado en todas las cosas, y será guardado.

La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román.


 



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