jueves, 2 de octubre de 2014

Seremos llamados al hogar de la gloria


Gén 50:24 Después, dijo José a sus hermanos: Yo voy a morir, pero ’Elohim ciertamente os visitará, y os hará subir de esta tierra a la tierra que juró dar a Abraham, a Isaac, y a Jacob (BTx 3)

Y José dijo a sus hermanos: Yo voy a morir; mas Dios ciertamente os visitará y os hará subir de esta tierra a la tierra que juró a Abraham, a Isaac y a Jacob. Génesis 50:24

 
José había sido para sus hermanos la providencia personificada. Todos nuestros Josés mueren, y todos los consuelos con ellos. No se portó así Egipto con Israel después de la muerte de José, ni tampoco el mundo se porta con nosotros del mismo modo que cuando vivían nuestros seres queridos. Pero mirad cómo fue aliviada la triste pena de su muerte. Recibieron la promesa de que el Dios viviente los visitaría. ¡Una visita de Jehová! ¡Qué consuelo! ¡Qué cielo en la tierra! Oh, Señor, visítanos hoy, aunque en verdad no somos dignos de que entres en nuestra morada.
Y se les prometió algo más: el Señor los haría subir de la tierra. Encontrarían en Egipto una acogida fría después de la muerte de José; más aún, vendría a ser para ellos una casa de siervos. Mas no lo sería para siempre; saldrían por una liberación divina y marcharían a la tierra prometida. Nuestras lágrimas no serán eternas. Seremos llamados al hogar de la gloria para juntarnos allí con nuestros seres queridos. Por lo tanto, «consolaos los unos a los otros en estas palabras».


La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román.





No hay comentarios: