miércoles, 29 de octubre de 2014

Y Yo haré distinción entre mi pueblo y tu pueblo


Éxo 8:23 Y Yo haré distinción entre mi pueblo y tu pueblo. Para mañana será este prodigio. (BTx 3)

Y yo pondré redención entre mi pueblo y el tuyo. Mañana será esta señal. Éxodo 8:23

Faraón tiene un pueblo y el Señor tiene también el suyo. Ambos pueden vivir juntos y hasta parece que se hallan en la misma situación; sin embargo, existe entre ellos una gran diferencia que el Señor pondrá de manifiesto.
Un mismo acontecimiento no será lo mismo para uno que para otro, sino que habrá gran diferencia entre el pueblo elegido de Dios y los hijos de este siglo. Esto puede acaecer en tiempo de juicio, cuando el Señor viene a ser santuario de su pueblo. Se ve muy claro en la conversión del creyente, cuando es borrado su pecado, y los incrédulos se hallan en condenación. Desde ese momento, son una raza distinta, viven bajo distinta disciplina y gozan de nuevas bendiciones. En adelante sus casas se ven libres de ese enjambre de males que contaminan y atormentan a los egipcios. Son preservados de la contaminación de la carne, de la concupiscencia, de las mordeduras de la inquietud y del tormento del odio que devora a tantas familias.
Ten por cierto, creyente probado, que aunque padezcas aflicciones, estás libre de nubes de males que infestan las casas y los corazones de los siervos del Príncipe de este mundo. El Señor ha puesto una división: procura guardarla en el espíritu, en tus aspiraciones, en tu carácter y en tus
relaciones.


La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román.


 



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