sábado, 22 de noviembre de 2014

¡Cuán amplio es el perdón que aquí se ofrece!


Jer 50:20  En aquellos días se buscará la iniquidad de Israel, pero ya no se encontrará. En aquel tiempo se buscarán los pecados de Judá, pero ya no se hallarán, porque yo perdonaré a los que deje con vida—afirma el Señor— (BTx 3)

En aquellos días y en aquel tiempo, dice Jehová, la maldad de Israel será buscada, y no aparecerá; y los pecados de Judá, y no se hallarán; porque perdonaré a los que yo hubiese dejado. Jeremías 50:20

 
¡Extraordinaria promesa! ¡Cuán amplio es el perdón que aquí se ofrece a las naciones pecadoras de Israel y Judá! De tal manera será quitado el pecado que no aparecerá.
¡Gloria al Dios perdonador!
Satanás busca los pecados para acusarnos; nuestros enemigos los buscan para culparnos y nuestra propia conciencia los busca con un deseo morboso. Pero cuando el Señor nos aplica la sangre preciosa de Jesús, ningún temor hemos de tener a ese examen, porque no aparecerán, «no se hallarán».
El Señor ha hecho que no existan más los pecados de su pueblo. Él ha puesto fin al pecado y expiado la iniquidad. El sacrificio de Jesús ha hundido todos nuestros pecados en lo profundo del mar, y esto nos inunda de gozo. Dios mismo es el que otorga el perdón a sus escogidos. Su palabra de gracia es no solamente la de un rey, es la palabra de un Dios. Él da la absolución y somos absueltos. Él es nuestra propiciación, y su pueblo está fuera de todo temor de condenación. ¡Bendito sea el nombre de nuestro Dios que aniquila nuestros pecados!


La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román




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