Isa 45:22 »Volved a mí y sed salvos,todos los confines de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay ningún otro. (BTx 3)
Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra; porque yo soy Dios, y no hay más. Isaías 45:22
Esta es una de las más grandes promesas y el fundamento de nuestra vida espiritual. La salvación viene por una mirada de Aquél que es «Dios justo y Salvador». ¡Cuán sencillo es el mandato! «Mirad a mí». ¡Y cuán razonable la demanda! En verdad, la criatura debe mirar al Creador. Durante mucho tiempo, hemos mirado a otras partes, justo es que miremos a quien nos invita a esperar en Él y nos promete la salvación.
¡Solamente una mirada! ¿Por qué no mirar ahora mismo? Nada nuestro debemos traer, sino mirar hacia arriba, a nuestro Señor en su trono al que subió desde la Cruz.
Una mirada no requiere ni preparación ni esfuerzo violento; no necesita inteligencia, ni sabiduría, ni riqueza, ni fuerza. Cuanto necesitamos está en el Señor, nuestro Dios, y si a Él sólo miramos, todo será nuestro y seremos salvos. Todos los que estáis lejos, venid acá y mirad ¡Vosotros, términos de la tierra, volved vuestros ojos! Desde las regiones más lejanas puedan ver los hombres el sol y gozar de su luz; del mismo modo, vosotros que os halláis al borde del infierno podéis con una sola mirada recibir la luz de Dios, la vida del cielo, la Salvación de Jesucristo, que es Dios, y, por lo tanto, puede salvar.
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

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