Hag 2:19 ¿Queda todavía alguna semilla en el granero? ¿Todavía no producen nada la vid ni la higuera, ni el granado ni el olivo? ¡Pues a partir de hoy yo os bendeciré!» (BTx 3)
Mas desde este día os bendeciré. Hageo 2:19
Desconocemos el futuro; sin embargo, aquí tenemos un espejo donde podemos ver los días venideros. El Señor dice: «Desde este día daré bendición».
Vale la pena tener en cuenta las circunstancias en que se hizo esta promesa. Las cosechas habían sido malas a causa del tizón y del granizo por el pecado del pueblo. Pero el Señor vio que los así castigados comenzaban a obedecer su palabra y a reconstruir su templo; por eso les dice: «desde el día que se echó el cimiento al templo de Jehová; poned vuestro corazón.
Desde este día daré bendición». Si hasta el presente hemos
vivido en el pecado y el Espíritu Santo nos induce a separarnos de él, podemos contar con la bendición del Señor. Su sonrisa, su Espíritu, su gracia y la revelación más amplia de su verdad, todo nos manifiesta una espléndida bendición. Tal vez sufriremos una mayor oposición de los hombres a causa de nuestra fidelidad, pero entraremos en una comunión más íntima con Dios y en una visión más clara de que hemos sido aceptados por Él.
Señor, quiero ser más fiel y más exacto en obedecer tu doctrina y según tus preceptos, te ruego, pues, por el Señor Jesucristo, que aumentes la bendición de mi vida cotidiana desde ahora y para siempre.
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

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