Jua 13:1 Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora para que pasara de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo (BTx 3)
Como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin. Juan 13:1
He aquí un hecho que es una auténtica promesa: lo que nuestro Señor era, sigue siéndolo todavía, y lo que fue para aquellos con quienes convivió en la tierra, lo será para sus hijos mientras el mundo dure.
«Habiendo amado»: He aquí un milagro.
¡Que hubiese amado a los hombres, tal como son, es una maravilla! ¿Qué halló en sus discípulos para que les amara? ¿Y qué hay en mí?
Mas ya que Jesús comenzó a amar, lógico es que continúe amando. El amor hizo de los santos «los suyos». ¡Qué título tan preclaro! Los compró con su sangre y vinieron a ser su tesoro. Siendo los suyos, no los perderá, siendo sus amados, no cesará de amarlos!
«Hasta el fin». Aun hasta su muerte fue el amor a los suyos la pasión dominante de Jesús. También significa hasta lo sumo. No podía amarles más; se dio a sí mismo por ellos. Algunos leen hasta la perfección. Verdaderamente derramó sobre ellos un amor perfecto, en el cual no había ni exaltación, ni tacha alguna, ni imprudencia, ni deslealtad, ni reserva.
Tal es el amor de Jesús a cada uno de sus hijos. Cantemos una canción a nuestro amado.
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

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