sábado, 13 de diciembre de 2014

Él cambia la oscuridad de la muerte


Zac 14:7 Será un día, el cual es conocido por YHVH, que no será ni día ni noche, sino que al anochecer seguirá habiendo luz. (BTx 3)

Sucederá que al caer la tarde habrá luz. Zacarías 14:7

 
Esto es sorprendente, porque todo indica que, al atardecer, oscurece. Dios acostumbra a obrar de un modo tan distinto a como obramos nosotros, tan por encima de nuestros temores y esperanzas, que nos quedamos sorprendidos y obligados a adorar su gracia soberana. No acontecerá con nosotros según los augurios de nuestro corazón: la oscuridad no llegará a ser como la noche, sino que repentinamente se esclarecerá como el día. Nunca desmayemos. En los tiempos más adversos, confiemos en el Señor, porque Él cambia la oscuridad de la muerte en la claridad de la mañana. Cuando el trabajo de fabricar ladrillos se dobló entonces es cuando apareció Moisés, y cuando abunda la tribulación, es señal de que nos acercamos al final.
Esta promesa debe ayudarnos a ser pacientes.
Tal vez la luz no amanecerá del todo hasta que nuestras esperanzas estén totalmente agotadas esperando todo el día en vano. Para el impío el sol se pone cuando aún es de día; para el justo se levanta cuando casi es de noche. ¿No podemos esperar con paciencia aquella luz divina, que tal vez tarde en llegar, pero que es digna de ser esperada?
Y ahora, alma mía, acepta esta palabra y canta al que te bendecirá en vida y en muerte, de modo que sobrepujará todo lo que tú has visto y esperado en tus mejores días.


La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román


 



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