lunes, 22 de diciembre de 2014

No es preciso que pasemos ansiedad ni temor


Sal 46:1 Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. (BTx 3)

Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Salmos 46:1

 
Una ayuda que no llega cuando la necesitamos vale poco. El áncora abandonada en casa de nada vale para el marinero en el momento de la tormenta; el dinero que en otro tiempo poseyó el deudor para nada vale cuando se ha extendido contra él una demanda judicial. Pocas ayudas terrenales pueden llamarse «prontas»: de ordinario se hallan lejos cuando hay que buscarlas, cuando se utilizan, y todavía más lejos después de utilizarlas. Empero nuestro Dios es «pronto» cuando le buscamos; «pronto» cuando le necesitamos, y «pronto» cuando hemos experimentado su ayuda.
Viene en nuestro auxilio antes que pueda llegar el amigo más cercano, porque durante la prueba está en nosotros; más presente de lo que estamos nosotros en nosotros mismos, porque a veces carecemos de presencia de ánimo. Él está siempre presente, totalmente presente, eficazmente presente, simpáticamente presente, totalmente presente. Está presente ahora si es un tiempo sombrío; descansemos en Él. Es nuestro refugio: escondámonos en Él; es nuestra fortaleza: revistámonos de Él; es nuestro amparo: apoyémonos en Él; nuestro pronto auxilio: descansemos ahora mismo en Él. No es preciso que pasemos ansiedad ni temor. «Jehová de los ejércitos es con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob».


La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román





No hay comentarios: