martes, 2 de diciembre de 2014

¿Y por qué no?


Sal 16:8 A YHVH he puesto siempre delante de mí, Porque está a mi diestra, no seré conmovido. (BTx 3)

A Jehová he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra no seré conmovido. Salmos 16:8

 
Tal es la mejor manera de vivir. Teniendo siempre a Dios delante de nuestros ojos, gozaremos de la más sublime compañía, del consuelo mas dulce y de la más poderosa influencia. Este ha de ser nuestro propósito: «Ha puesto» y mantenido con decisión. Mirar siempre el ojo del Señor y oír su voz, tal debe ser la posición normal del hombre piadoso. Su Dios está cerca de Él, llenando su horizonte, trazando el camino de su vida y ofreciéndole tema para sus meditaciones. ¡Cuantas locuras y pecados evitaríamos, cuántas virtudes practicaríamos, y de cuántos goces disfrutaríamos si siempre tuviéramos al Señor delante de nosotros! ¿Y por qué no? Este es el secreto de nuestra seguridad. Con el Señor siempre a nuestro lado, nos sentimos seguros porque le tenemos cerca. Está a nuestra diestra para guiarnos y ayudarnos, por tanto, no nos espanta ni el temor, ni la violencia, ni el engaño, ni la ligereza de los hombres. Cuando Dios se mantiene a nuestra diestra, nos mantenemos derechos. ¡Venid, enemigos de la verdad! Lanzaos contra mí como furiosa tempestad.
Dios me sostiene; Dios está conmigo. ¿De quién he de atemorizarme?


La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román




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