sábado, 15 de agosto de 2015

Cuando en ella se busca la gloria del Padre por el Hijo


Jua 14:13 Y todo lo que pidáis en mi Nombre, eso haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo (BTx 3)

Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Juan 14:13


No todos los creyentes han aprendido a orar en el nombre de Jesús. Pedir, no solamente por amor a Él, sino en su nombre. Como autorizados por Él, es una oración más elevada. Hay cosas que no nos atreveríamos a pedir en su santo nombre, porque sería profanarlo; pero cuando la petición es tan buena que nos atrevemos a pedirla en nombre de Jesús, ciertamente será concedida.
La oración será con tanta mayor razón contestada cuando en ella se busca la gloria del Padre por el Hijo.
Glorifica su verdad, su poder, su fidelidad y gracia. La contestación a la oración cuando ésta se hace en nombre de Jesús, revela el amor del Padre para con su Hijo y el honor de que le ha revestido.
La gloria de Jesús y del Padre están tan íntimamente unidas que la gracia que glorifica al uno, glorifica al otro. El canal se hace célebre por la abundancia de la fuente que le llena, y la fuente es celebrada por el canal que hace correr sus aguas. Si la respuesta a nuestras oraciones deshonrara a nuestro Señor, no osaríamos orar; mas ya que en ello es glorificado, pediremos sin cesar en su nombre bendito, en el cual recíprocamente se complacen Dios y su pueblo.


La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román








jueves, 6 de agosto de 2015

No hay lugar ni persona que no esté al alcance del poder de la gracia


Deu 1:21 He aquí, YHVH tu Dios ha entregado ante ti esta tierra. Sube y toma posesión, tal como YHVH el Dios de tus padres te ha hablado. No temas ni te acobardes (BTx 3)

Mira, Jehová tu Dios te haentregado la tierra; sube y toma posesión de ella, como Jehová el Dios de tus padres te ha dicho; no temas ni desmayes. Deuteronomio 1:21


Existe una herencia de gracia que debemos tener la valentía de conquistar para que llegue a ser posesión nuestra. Todo lo que un creyente ha conseguido, pueden conseguirlo los demás. Puedes ser valiente en la fe, ferviente en el amor y fecundo en trabajos; nada puede impedirlo, mas para ello es preciso subir y tomar posesión. La más dulce experiencia y la gracia más preciosa son para nosotros, tanto como para cualquiera de nuestros hermanos. YHVH nos las ha dado y nadie podrá negar nuestro derecho: subamos, pues, y poseámoslas en su nombre. El mundo está delante de nosotros y debe ser conquistado para Jesús. No debe existir pueblo ni lugar alguno que no le esté sometido. Delante de nuestras casas se halla la morada de los pobres, no para que permanezcamos inactivos, sino para socorrerles. Tengamos valor y vayamos adelante, porque así ganaremos para Jesús las moradas sombrías y los corazones endurecidos. A nadie dejemos morir en la calle por no tener bastante fe en Jesús y en su Evangelio para subir y poseer la tierra. No hay lugar por tenebroso que sea, ni persona tan degradada que no esté al alcance del poder de la gracia. ¡Fuera toda cobardía! Por la fe marchemos a la conquista.

La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román