viernes, 24 de enero de 2014

El Señor guarda nuestros pies


1Sa 2:9 Él guarda los pies de sus fieles, Pero los malos enmudecerán en las tinieblas, Porque por fuerza propia no prevalecerá ninguno (BTx 3)

“Él guarda los pies de sus santos.”  1Sa_2:9.

El camino es resbaloso, y nuestros pies son débiles, pero el Señor guarda nuestros pies.  Si no s entregáramos por medio de la fe obediente para ser sus santos, Él mismo será nuestro guarda. No solamente encargará a Sus ángeles que nos guarden, sino que Él mismo preservará nuestras actividades. 
Él impedirá que nuestros pies resbalen, para que no manchemos nuestros vestidos, no lesionemos nuestras almas, y no provoquemos que el enemigo blasfeme.
Él impedirá que nuestros pies se descarríen, para que no nos adentremos en caminos de error, o en senderos de insensatez, o en vías de costumbres mundanas.  Él impedirá que nuestros pies se hinchen por cansancio, o se llaguen por lo escarpado y largo del camino.
Él impedirá que nuestros pies resulten heridos: nuestros zapatos serán de hierro y de bronce, de tal forma que aunque pisemos sobre el filo de la espada, o sobre serpientes mortíferas, no sangraremos ni podremos resultar envenenados. 
Él arrebatará nuestros pies de la red. No quedaremos atrapados en el engaño de enemigos maliciosos y astutos. 
Con una promesa como esta, corramos sin cansancio, y caminemos sin temor. El que guarda nuestros pies lo hará eficazmente.

La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román


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