martes, 31 de marzo de 2015

La única calamidad es el pecado


Pro 3:25-26 No temerás el pavor repentino, Ni el ataque de los impíos cuando venga, Porque YHVH será tu confianza, Y Él guardará tu pie para que no sea atrapado (BTx 3)

No tendrás temor de pavor repentino, ni de la ruina de los impíos cuando viniere, porque Jehová será tu confianza, y él preservará tu pie de quedar preso. Proverbios 3:25-26

 
Cuando Dios juzga, no quiere que su pueblo se atemorice. Dios no viene para perjudicar, sino para defender a los justos.
El Señor quiere que te muestres valiente.
Los que gozamos de la presencia de Dios, deberíamos demostrar una gran fortaleza. El Señor puede venir de repente, por eso no deberíamos ser sorprendidos por ninguna cosa repentina. La serenidad en el peligro y en medio de las calamidades es un don precioso del amor divino.
El Señor quiere que sus escogidos tengan discernimiento para comprender que la ruina de los impíos no es una calamidad para el mundo. La única calamidad es el pecado, el castigo que le sigue es como la sal que impide la corrupción de la sociedad. Deberíamos indignarnos mucho más contra el pecado que nos merece el infierno, que no contra el mismo infierno, que es consecuencia fatal del pecado.
Asimismo, el pueblo de Dios debe manifestar la quietud de su espíritu. El diablo y su simiente están llenos de engaño; mas los que están con Dios jamás caerán en sus lazos seductores. Sigue adelante, tú que crees en Jesús, y deposita en YHVH toda tu confianza.


La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román





lunes, 30 de marzo de 2015

Jamás podrás comprender de cuánta paz te inundará


Flp 4:6-7 Por nada estéis angustiados, antes bien, por la oración y la súplica, en todo sean conocidas ante Dios vuestras peticiones con acción de gracias y la paz de Dios, que sobrepuja todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Jesús el Mesías (BTx 3)

Por nada estéis afanosos; sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros entendimientos en Cristo Jesús. Filipenses 4:6-7

 
No tengas afanes, sino oraciones; no inquietudes, sino mucha comunión con Dios. Pon tus súplicas delante del Señor de tu vida, guardián de tu alma. Acércate a Él con dos partes de oración y una de alabanzas fervorosas. No ores con dudas, sino con gratitud. Ten por cierto que tus peticiones han sido atendidas, y, por tanto, alaba al Señor por su misericordia.
Él te prodiga sus bendiciones; dale tú las gracias. Nada le escondas, ni guardes en tu pecho inquietud alguna que perturbe tu corazón; «sean notorias vuestras peticiones». No recurras al hombre, sino sólo a Dios, al Padre de Jesús que en Él os ama.
De este modo encontrarás la paz de Dios.
Jamás podrás comprender de cuánta paz te inundará. Él te estrechará en sus brazos amorosos. Tu corazón y tu espíritu quedarán sumergidos por Cristo Jesús en un océano de reposo. Venga sobre ti la vida o la muerte, la pobreza o el dolor, la calumnia o el odio, siempre estarás al abrigo de toda tempestad, por encima de todas las nubes que te amenacen. ¿Por qué no obedeces a este tan inefable mandato?
Sí, Señor, creo en ti, pero ayuda mi incredulidad.


La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román





domingo, 29 de marzo de 2015

No temas al hombre cuando sabes que estás cumpliendo con tu deber


Hch 18:10 porque Yo estoy contigo, y ninguno te acometerá para dañarte, porque tengo un gran pueblo en esta ciudad (BTx 3)

Yo estoy contigo, y ninguno pondrá sobre ti la mano para hacerte mal. Hechos 18:10

 
Mientras el Señor tenía ocupado a Pablo con algún trabajo en Corinto, el furor del populacho era contenido.
Los judíos se oponían y blasfemaban, pero no podían impedir la predicación del Evangelio, ni la conversión de los que oían. Dios ejerce su dominio sobre las mentes más obstinadas, y sabe sacar su alabanza del furor de los hombres cuando se desenfrena; pero manifiesta bondad también cuando la reprime; y tiene poder para reprimirla. «A la grandeza de su brazo enmudezcan como una piedra, hasta que haya pasado tu pueblo, oh Jehová».
Por tanto, no temas al hombre cuando sabes que estás cumpliendo con tu deber. Sigue adelante, como lo hubiera hecho Jesús, y verás que quienes se te oponen serán semejantes a la caña cascada y al pábilo que humea. Razón han tenido a veces los hombres para temer, porque eran miedosos; empero una fe intrépida en Dios disipa todo temor, como un gigante deshace las telas de araña que encuentra en su camino.
Nadie podrá dañarnos sin permiso de Dios. Quien con una sola palabra pueda ahuyentar al diablo, ciertamente podrá reprimir a sus agentes. Tal vez en este momento tengan más miedo de ti, que tú de ellos. Adelante, pues, que donde pensabas tener enemigos encontrarás amigos.


La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román





sábado, 28 de marzo de 2015

¿has tomado tu posición al lado de Jesús?


Deu 28:13 Si escuchas los mandamientos de YHVH tu Dios que te mando hoy para que los guardes y los cumplas, YHVH te pondrá por cabeza y no por cola, y estarás encima solamente, y no estarás debajo (BTx 3)

Te pondrá Jehová por cabeza y no por cola. Deuteronomio 28:13


Si obedecemos al Señor, Él obligará a nuestros enemigos a que reconozcan que su bendición reposa sobre nosotros. Aun cuando esta promesa pertenecía a la ley, sin embargo, es valedera para el pueblo de Dios, porque Jesús ha quitado la maldición para dar bendición.
A los santos incumbe enseñar el camino a los hombres ejerciendo sobre ellos una benéfica influencia; su lugar no es la cola para ser arrastrados de aquí para allá. No hemos de someternos al espíritu del siglo, sino obligar al siglo a que se someta a Cristo. Si el Señor está con nosotros, no nos contentaremos con reclamar tolerancia para la práctica de la religión, sino que procuraremos asentarla sobre el trono de la sociedad.
¿No nos ha hecho de los suyos, un pueblo de sacerdotes? Este pueblo está llamado a enseñar, no para aprender filosofías de incrédulos. ¿Cómo, pues, podremos
convertirnos en siervos de la costumbre y en esclavos de la opinión de los demás?
Querido amigo, ¿has tomado tu posición al lado de Jesús? Muchos callan por ser tímidos. ¿Podemos permitir que el nombre del Señor Jesús sea postergado? ¿Nuestra religión ha de ser arrastrada como una cola? ¿No debería más bien enseñar el camino y ser la fuerza que domine en nosotros y en los demás?


La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román





viernes, 27 de marzo de 2015

Estoy esperándote para bendecirte



Stg 4:8 ¡Acercaos a Dios, y Él se acercará a vosotros! ¡Limpiaos las manos, oh pecadores, y purificaos los corazones, los que sois de doble ánimo! (BTx 3)

Acercaos a Dios, y Él se acercará a vosotros. Santiago 4:8


Cuanto más nos allegamos a Dios, más benigno se muestra con nosotros. Cuando el hijo pródigo vuelve a la casa paterna, su padre sale al encuentro. Cuando la paloma llega al arca, Noé extiende su mano y la introduce en ella.
Cuando la solícita esposa busca la compañía de su esposo, éste se acerca a ella con las alas del amor. Alleguémonos, querido amigo, al Señor que con tanta bondad nos espera y viene a nuestro encuentro.
¿Te has fijado alguna vez en el pasaje de Isaías 53:9? Aquí podemos ver cómo el Señor se pone a la disposición de su pueblo, diciéndole: «Heme aquí». Como si dijera: «¿Tienes que decirme algo? ¿Qué puedo yo hacer por ti? Estoy esperándote para bendecirte». ¿Por qué, pues, tardamos tanto en acercarnos a Él? Dios está muy cerca para perdonar, para bendecir, para consolar, ayudar, vivificar y dar la libertad. Sea nuestra más importante preocupación acercarnos a Dios. Si esto hiciésemos, lo tendremos hecho todo. Si nos allegamos a los hombres, éstos se cansarán pronto y nos abandonarán; mas si sólo buscamos a Dios, Él jamás cambiará; antes al contrario, cada vez se acercará más a nosotros con la más amplia y gozosa comunión.

La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román





jueves, 26 de marzo de 2015

¿Eres tú uno de éstos?


Sal 41:3 YHVH lo sustentará en su lecho de dolor: En su enfermedad mullirás bien su cama (BTx 3)

Jehová lo sustentará sobre el lecho del dolor. Salmos 41:3

 
Ten presente que esta promesa es para quien piensa en el pobre. ¿Eres tú uno de éstos? Si así es, aprópiate este versículo, pero sólo con esta condición.
Considera cómo en la hora de la enfermedad el Dios de los pobres sabrá bendecir al que se cuida de los pobres. Los brazos eternos sostendrán su alma que manos cariñosas y suaves almohadas sostienen el cuerpo del enfermo. ¡Cuán hermosa y tierna es esta figura! ¡Cuánto nos recuerda a Dios en nuestras enfermedades y flaquezas! ¿Quién tal oyó jamás del antiguo Júpiter o de los dioses de la India o de la China? Tal es el lenguaje del Dios de Israel; Él se hace enfermero y custodio de los hombres. Si con una mano hiere, con la otra sostiene. ¡Bendito sufrimiento que nos hace caer en el seno de Dios para ser consolados! La gracia es el mejor reconstituyente; el amor divino es el más eficaz estimulante para un enfermo postrado y abatido. El alma se convierte en gigante, aun cuando a través de la piel se transparenten los huesos. No hay médico tan hábil como el Señor, ni tónico tan eficaz como su promesa, ni vino tan sabroso como su amor.
Si el lector no ha cumplido sus deberes con el pobre, dése cuenta de lo mucho que ha perdido, y que en adelante se haga amigo de los pobres y les ayude.


La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román





miércoles, 25 de marzo de 2015

Te acostarás, y tu sueño será dulce


Pro 3:24 Cuando te acuestes, no tendrás temor, Te acostarás, y tu sueño será dulce (BTx 3)

Cuando te acuestes, no tendrás temor, sino que te acostarás, y tu sueño será grato. Proverbios 3:24

 
Tal vez el lector se halle postrado en cama por algún tiempo. Acuéstate sin temor llevando esta promesa en tu corazón: «Cuando te acuestes, no tendrás temor».
Cuando vayas al lecho por la noche, pon estas palabras como almohada debajo de tu cabeza. Durante el sueño, no podemos guardarnos, mas el Señor vela por nosotros durante la noche. Los que se acuestan bajo la protección del Señor están más seguros que los reyes en sus palacios. Si al acostarnos dejamos a un lado todos nuestros cuidados y ambiciones, obtendremos el reposo que no tienen los ansiosos y avaros.
Se alejarán los sueños malos, y, si nos asaltaren, podremos borrar la impresión que nos producen, sabiendo que no son otra cosa que sueños. Por tanto, podremos descansar tranquilos.
¡Cuán dulcemente durmió Pedro en la cárcel que ni la luz del ángel pudo despertarle y fue menester que le sacudiera para despetarle!
Y, sin embargo, debía morir al día siguiente: Así murieron los mártires antes de ser quemados en la hoguera. «A su amado dará Dios el sueño».
Para que nuestro sueño sea dulce, nuestra vida, nuestro carácter, nuestras meditaciones y nuestro amor han de ser dulces también.


La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román





martes, 24 de marzo de 2015

Volvámonos hacia el Señor porque sólo Él es fiel


2Ts 3:3 Pero fiel es el Señor, que os afianzará y protegerá del mal (BTx 3)

Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal. 2 Tesalonicenses 3:3




 
A menudo los hombres carecen de razón y de fe. Todavía tenemos entre nosotros «hombres importunos y malos». Todo intento de discutir con ellos o procurar la paz es vano; su corazón es falso y engañosas sus palabras. ¿Qué haremos, pues? ¿Incomodarnos con ellos? No; antes bien, volvámonos hacia el Señor porque sólo Él es fiel. Jamás quebrantará la promesa de su palabra, ni pedirá de nosotros nada que no sea razonable, ni se mostrará desleal ante nuestras peticiones. Nuestro Dios es fiel, y esto deberá ser nuestra alegría.
Él nos confirmará de tal modo que los hombres perversos nunca podrán causar nuestra ruina, y de tal suerte nos guardará que ningún mal podrá causarnos daño. ¡Qué bendición para nosotros el no tener que contender con los hombres, sino el poder escondernos cerca de nuestro Dios cuya simpatía nunca nos faltará. En Él encontraremos un corazón verdadero, un alma fiel, un amor invariable en el que podremos descansar.
El Señor cumplirá los propósitos de su gracia para con nosotros, siervos suyos: no permitamos que caiga sobre nuestros espíritus la más ligera sombra de temor. Todos los hombres y demonios juntos jamás podrán arrebatarnos esta protección divina. Pidamos al Señor en este día que nos confirme y guarde.


La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román





lunes, 23 de marzo de 2015

Por lo que al futuro se refiere, todos somos ciegos


Isa 42:16 Pero haré que los ciegos anden por un camino que no conocían, Haré que sean conducidos por senderos que ignoraban; Cambiaré las tinieblas en luz delante de ellos, Y los lugares escabrosos en llanura. Estas cosas haré por ellos y no los desampararé (BTx 3)

Y guiaré a los ciegos por caminos que no sabían. Isaías 42:16

 
¡Jehová, infinitamente glorioso, se hace guía de los ciegos! ¡Cuán ilimitada es su condescendencia! El ciego no puede encontrar el camino que ignora, y aun cuando lo conociera, siempre le resultaría difícil cruzarlo. Empero si lo ignora por completo, ha de descartar toda idea de emprender el camino sin alguien que le guíe. Somos ciegos por naturaleza en lo que se refiere al camino de la salvación; mas el Señor nos guía y nos conduce a sí mismo y entonces son abiertos nuestros ojos.
Por lo que al futuro se refiere, todos somos ciegos, incapaces de ver una hora siquiera por delante; empero el Señor nos guiará hasta el final del viaje. ¡Sea bendito su nombre!
No podemos soñar por dónde nos vendrá la liberación; el Señor lo sabe y nos guiará hasta que haya desaparecido todo peligro. Bienaventurados los que ponen su mano en la del guía celestial y le dejan el cuidado de dirigirlos. Él les guiará durante todo el camino, y cuando los haya llevado a la morada de la gloria y abierto sus ojos para que vean el camino, ¡qué cántico de gratitud entonarán en alabanza de su gran Bienhechor!
¡Señor, guía a tu pobre hijo ciego, en este día, porque no
conozco tu camino!


La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román




domingo, 22 de marzo de 2015

La gracia es la que nos hace humildes


Stg 4:6 Pero da mayor gracia, por lo cual dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes (BTx 3)

Y da gracia a los humildes. Santiago 4:6

 
Los corazones humildes buscan la gracia y la alcanzan. Los corazones humildes se someten a su dulce influencia, y por eso se les concede con mayor largueza. Los corazones humildes habitan en los valles donde corren los arroyos de la gracia, y beben de sus aguas con abundancia. Los corazones humildes agradecen esta gracia y glorifican a Dios por ella.
Por eso, quedarle agradecido está en consonancia con la honra de Dios.
Ven, querido lector, y acepta un lugar humilde.
Hazte pequeño a tus propios ojos para que el Señor pueda hacer contigo grandes cosas. Tal vez digas: «Temo no ser bastante humilde». Este lenguaje puede ser el de la humildad.
Algunos se envanecen de su humildad, lo cual es el peor de los orgullos. Somos menesterosos, inútiles, indignos, merecedores del infierno, y si no somos humildes, deberíamos serlo. Humillémonos por haber pecado contra la humildad, y gozaremos del favor del Señor. La gracia es la que nos hace humildes, y la que en esta humildad nos brinda ocasión para derramar mayor abundancia de gracia. Humillémonos para que seamos levantados. Seamos pobres en espíritu para que el Señor nos enriquezca. Seamos humildes para que no tengamos que ser humillados, sino que, por el contrario, por la gracia de Dios seamos ensalzados.


La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román




sábado, 21 de marzo de 2015

Andarás con seguridad en tu camino


Pro 3:23 Entonces andarás con seguridad en tu camino, Y tu pie no tropezará (BTx 3)

Entonces andarás por tu camino confiadamente, y tu pie no tropezará. Proverbios 3:23


Es decir, que si sigues el camino de la sabiduría y santidad serás guardado. El que viaja a la luz del día por el camino real se halla bajo la protección del rey. Cada hombre tiene su camino, a saber: su propia vocación; y si por él andamos en el santo temor de Dios, Él nos amparará contra todo mal. Tal vez no viajaremos lujosamente, pero sí confiados. Tal vez no correremos como los jóvenes, pero sí como personas de bien.
Nuestro mayor peligro lo encontramos en nosotros mismos: nuestros débiles pies fácilmente tropiezan. Pidamos una fuerza moral más grande para vencer nuestra propensión a resbalar. Algunos tropiezan porque no ven las piedras del camino; la gracia divina nos hace ver el pecado y así poder evitarlo. Pidamos el cumplimiento de esta promesa y confiemos en Aquél que defiende a sus escogidos.
Por desgracia, el mayor peligro está en nuestra propia negligencia; por eso, para combatirla, nos ha dicho el Señor Jesús: «Velad y orad».
¡Oh, si tuviésemos gracia para caminar hoy sin tropezar ni siquiera una sola vez! No basta estar preservado de no caer; nuestra súplica ha de ser que no demos el más mínimo tropiezo y que al fin podamos adorar «a Aquél que es poderoso para guardarnos sin caída».


La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román





viernes, 20 de marzo de 2015

Dios la viste así


Mat 6:30 Y si la hierba del campo, que hoy existe y mañana es echada al horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, oh hombres de poca fe? (BTx 3)

Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? Mateo 6:30

 
Los vestidos son costosos y los creyentes poco afortunados tal vez vivan inquietos preocupándose cómo adquirirán un nuevo vestido. Las suelas de sus zapatos están ya gastadas, ¿cómo comprar unos nuevos? Mirad con cuánta solicitud ha provisto a esta necesidad. El Padre celestial viste la hierba del campo con tal esplendor que ni el mismo Salomón pudo igualar, ¿y no vestirá a sus propios hijos? No lo dudemos. Tal vez llevamos muchos remiendos y zurcidos, pero iremos vestidos.
El que proporcionó al primer hombre ropa después de su caída, también se la procurará en su misericordia; y la que el Señor dio a los primeros padres fue mucho mejor que la que ellos se hicieron para sí mismos.


La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

jueves, 19 de marzo de 2015

Favor y honor concede YHVH


Sal 84:11 Porque sol y escudo es YHVH ’Elohim, Favor y honor concede YHVH, No quitará el bien a los que andan en integridad (BTx 3)

Gracia y gloria dará Jehová. Salmos 84:11

 
No hay cosa que tanto necesitemos como la gracia, y ésta se nos ofrece gratuitamente. ¿Hay algo tan gratuito como un don? En este día recibimos el don de la gracia que sustenta, corrobora, santifica y sacia. Hasta hoy nos ha dado la gracia de cada día; por lo que respecta a lo futuro, estemos ciertos de que no nos faltará. Si la gracia es escasa, la culpa está en nosotros, porque el Señor no es tacaño, ni tardo para dar en abundancia. Podemos pedir todo cuanto queramos sin que seamos rechazados. Da con abundancia y no zahiere.
Tal vez el Señor no nos dé oro, ni bienes materiales, pero nos dará su gracia; tal vez nos envíe pruebas, pero nos acompañará con su gracia en proporción de las mismas.
Tal vez sea nuestra vocación trabajar y sufrir, pero indudablemente obtendremos cuantas gracias nos sean necesarias.
Considerad ahora lo que sigue a esta gracia, «la gloria». Todavía no necesitamos la gloria, ni somos aptos para ella; pero se nos dará en tiempo oportuno. Después de haber comido el pan de la gracia, beberemos el vino de la gloria.
Tenemos que atravesar el lugar santísimo que es la gloria. Estas palabras «y gloria» son suficientes para inundarnos de alegría. ¡Un poco de tiempo todavía, muy poco, y después la gloria para siempre!


La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román





miércoles, 18 de marzo de 2015

La oración de los rectos


Pro 15:8 Abominación a YHVH es el sacrificio de los impíos, Pero la oración de los rectos es su deleite (BTx 3)


La oración de los rectos es su gozo. Proverbios 15:8


Estas palabras son una verdadera promesa, porque atestigua un hecho actual que se repite a través de todos los tiempos. Dios se huelga en las oraciones de los hombres rectos, y las llama su gozo. La rectitud ha de ser nuestro primordial anhelo. Mantente íntegro sin declinar ni a la diestra, ni a la siniestra.
No procedas torcidamente, ni te postres para ceder al mal; antes al contrario, dirígete en todo con la más estricta sinceridad, porque si tratáremos de engañar y buscar subterfugios, quedaremos a merced de nuestros propios engaños. Si seguimos caminos torcidos, veremos que no nos será posible orar, y si fingimos hacerlo, no serán escuchadas nuestras oraciones.
¿Obramos con rectitud y seguimos la voluntad revelada por Dios? En este caso, oremos mucho y con fe.
Si nuestra oración es agradable a Dios, jamás omitiremos hacer lo que a Él le place. Él no mira ni la gramática, ni la metafísica, ni la retórica de nuestras oraciones. Como padre se complace en los balbuceos de sus pequeñuelos. ¿No deberíamos gozarnos nosotros en la oración, ya que Dios tanto se goza en ella? Llevemos nuestras súplicas ante su trono. El Señor nos presenta sobradas razones para orar, y deberíamos darle gracias porque así es.


La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román




 

martes, 17 de marzo de 2015

Yo estoy contigo para librarte, dice YHVH


Jer 1:8 No temas delante de ellos, porque Yo estoy contigo para librarte, dice YHVH (BTx 3)

No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová. Jeremías 1:8

 
Cuando nos invade el temor, vacilamos y corremos el peligro de caer en el pecado. Peligrosa es la presunción, pero también lo es la cobardía. Debemos ser como Daniel.
Nuestro gran Capitán ha de ser servido por soldados valientes.
¡Cuántas razones tenemos aquí para ser valientes! Dios está con los que se allegan a Él. En la hora de la lucha, jamás se ausentará de nuestro lado. ¿Te amenazan? ¿Por qué has de temer a los hombres mortales? ¿Pierdes el empleo? El Señor a quien sirves proporcionará el pan y el agua a sus servidores.
¿Se os ridiculiza y esto os quebranta y tortura el corazón? Sufre por amor de Cristo y regocíjate. Dios está con los que le sirven en verdad, con los justos y los santos para librarles; Él te librará. Recuerda como Daniel salió ileso de la fosa de los leones, y los tres jóvenes del horno de fuego. Tu caso no es tan desesperado como el de ellos; mas aun cuando así fuera, el Señor te sostendrá y harás más que vencer. Teme al temor. Ten miedo de ser cobarde. El peor enemigo es el que llevas dentro de ti. Arrodíllate y pide socorro, y después levántate diciendo: «Confiaré y no temeré».


La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román





lunes, 16 de marzo de 2015

...y el Dios de paz estará con nosotros


Flp 4:9 Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced, y el Dios de paz estará con vosotros (BTx 3)

Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros. Filipenses 4:9

 
Cosa excelente es poder imitar a una persona con provecho, como por ejemplo al apóstol Pablo. ¡Ojalá pudiéramos imitarlo hoy y todos los días de nuestra vida!
Si con la ayuda de Dios ponemos en práctica las enseñanzas de Pablo, podemos reclamar el cumplimiento de la promesa que se nos hace en su exhortación. ¡Y qué promesa!
Dios, que ama la paz, que es el Autor de la paz y que inspira paz, estará con nosotros. «Paz a vosotros», he ahí una magnifica bendición. Pero mucho más rica bendición es saber que con nosotros está el Dios de Paz. De este modo tenemos el manantial con todos sus riachuelos, el Sol con todos sus rayos. Si el Dios de paz está con nosotros, gozaremos de esta paz que sobrepuja todo entendimiento, aunque las circunstancias exteriores se conjuren para destruirla. En las contiendas de los hombres, nosotros podremos convertirnos en pacificadores, si el autor de la paz está con nosotros. La auténtica paz se halla en el camino de la verdad. Y si con el pretexto de extenderla abandonamos la fe o nos apartamos del camino de la justicia, caeremos en un gravísimo error. Ser primeramente puros y después pacíficos, tal es el orden de la sabiduría y de la verdad. Mantengámonos en la senda trazada por Pablo, y el Dios de paz estará con nosotros como lo estuvo con el apóstol.


La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román




domingo, 15 de marzo de 2015

Les seré por un pequeño Santuario en las tierras adonde lleguen


Eze 11:16 Por tanto, di: Así dice Adonay YHVH: Aunque Yo los arrojé lejos entre las naciones, y aunque los dispersé entre los pueblos, con todo, les seré por un pequeño Santuario en las tierras adonde lleguen. (BTx 3)

Por tanto, di: Así ha dicho Jehová el Señor: Aunque los he arrojado lejos entre las gentes, y los he esparcido por las tierras, con todo eso les seré por un pequeño santuario, en las tierras adonde lleguen. Ezequiel 11:16

 
Alejados de los medios de gracia habituales, no estamos, sin embargo, privados de ella. El Señor coloca a veces a su pueblo en un lugar de destierro; pero a su lado está, y les dará todo lo que habrían recibido en su propia casa o en sus asambleas. Quienes tenéis que permanecer lejos, guardad estas palabras.
Dios es para los hijos de su pueblo un lugar de refugio. En Él encuentran un Santuario a cubierto de sus enemigos.
Él es también para ellos un lugar de adoración. Con ellos está como lo estuvo Jacob cuando durmió en el campo, el cual levantándose exclamó: «Ciertamente Jehová está en este lugar».
Dios será para ellos santuario de reposo, como el lugar Santísimo, donde moraba el Altísimo. Aquí vivirán tranquilos sin temor del maligno.
Dios mismo, en Cristo Jesús, es el Santuario de misericordia. Jesús es el arca de la alianza, y la vara de Aarón; el vaso del maná y las tablas de la ley se hallan en Cristo, que es nuestro verdadero Santuario. En Dios encontramos, asimismo, el templo de la santidad y de la comunión. ¿Qué más necesitamos? ¡Oh, Señor, cumple en nosotros tu promesa, y sé siempre nuestro santuario!


La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román





viernes, 13 de marzo de 2015

¡Ah, Adonay YHVH!


Jer 1:6-7 Entonces dije: ¡Ah, Adonay YHVH! He aquí, no sé hablar, porque soy joven. Pero me dijo YHVH: No digas: Soy joven. Adondequiera que te envíe, irás, y todo lo que te mande, dirás (BTx 3)

Y yo dije: ¡Ah!, ¡ah, Señor Jehová! He aquí no sé hablar, porque yo soy niño. Y me dijo Jehová: No digas soy un niño, porque a todo lo que te envíe irás tú y dirás todo lo que te mande. Jeremías 1:6-7

 
Jeremías era joven y se espantó cuando Dios le confió una misión difícil. Mas el Señor, que le envió, no admitía esta excusa: «Soy niño». Debía olvidar lo que en sí mismo era para fijarse únicamente en que era el escogido para hablar en lugar de Dios. No tenía que inventar el mensaje, ni elegir a los oyentes, sino comunicar lo que Dios le ordenaba y hablar en el lugar que Dios le señalaba, y esto lo haría con una fortaleza que no era suya.
¿No es por ventura este el caso de algún predicador o joven evangelista que lee estas líneas? Dios sabe que eres joven, cuán mezquinos son tus conocimientos y experiencia;
pero si Él te llama, no te pertenece a ti negarte a su
divino llamamiento. Dios será glorificado en tu pequeñez. Aun cuando fueras más viejo que Matusalén, ¿de qué te servirán tus muchos años? Si fueras tan sabio como Salomón, tal vez te extraviarías como él. Cíñete a tu mensaje, y en esto consistirá tu sabiduría. Sigue tu orden de marcha y en eso consistirá tu prudencia.


La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román





jueves, 12 de marzo de 2015

La providencia de Dios nos acompañará en el camino


Deu 33:18 De Zabulón dijo: ¡Regocíjate, oh Zabulón, en tus salidas marítimas, Y tú Isacar, en tus tiendas! (BTx 3)

A Zabulón dijo: Alégrate, Zabulón, cuando salieres. Deuteronomio 33:18

 
Podemos aplicarnos las bendiciones anunciadas a las tribus, porque somos nosotros el verdadero Israel y a Dios servimos en espíritu y no ciframos nuestra esperanza en la carne. Zabulón debe regocijarse porque Jehová bendecirá su salida, y nosotros podemos ver también en esta invitación una bendición que nos otorga. Cuando salgamos, será para nosotros motivo de gozo.
¿Emprendemos un viaje? La providencia de Dios nos acompañará en el camino. ¿Tal vez tenemos que emigrar? El Señor estará con nosotros en tierra y en mar. ¿Salimos como misioneros? Jesús nos dice: «He aquí yo estoy con vosotros hasta el fin del mundo». ¿Vamos cada día a nuestro trabajo?
Bien podemos hacerlo con alegría, porque Dios estará a nuestro lado desde la mañana hasta la noche.
Si a veces, en el momento de la partida, se apodera de nosotros el temor porque ignoramos lo que podrá acontecernos, esta bendición será para nosotros una palabra de aliento. Cuando hagamos nuestra maleta, pongamos en ella este versículo; pongámoslo en nuestro corazón y guardémoslo allí, y pongámoslo en nuestros labios para cantarlo cuando levemos anclas o entremos en el departamento de nuestro coche. Seamos del número de esta tribu afortunada y que cada uno de nuestros movimientos alabe al Señor con alegre corazón.


La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román





miércoles, 11 de marzo de 2015

El Señor de los ejércitos está con nosotros


1Sa 17:47 y toda esta gente sepa que YHVH no salva con la espada y la lanza, por cuanto esta batalla es de YHVH, y Él os entregará en nuestra mano (BTx 3)

Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos. 1 Samuel 17:47

 
Sin duda alguna, la batalla es del Señor, y, por tanto, podemos contar con la victoria, y con una victoria en la que se despliegue todo el poder de Dios. El Señor es olvidado de todos, aun de las asambleas de Israel, y cuando se presenta una oportunidad de hacer ver a los hombres que la causa primera puede llevar a cabo sus planes sin el concurso del hombre, esta oportunidad es de un valor inestimable que nadie debe menospreciar. El mismo Israel mira demasiado la espada y la lanza. Es algo maravilloso ver a David sin espada en la mano, y, sin embargo, sabe que su Dios derrotará a todo el ejército de enemigos.
Si luchamos con todo nuestro entusiasmo por la causa de la verdad y la justicia, no esperemos hasta que nos creamos con suficiente talento, riqueza u otro poder visible; corramos hacia el enemigo con las piedras que encontremos en el arroyo, y con nuestra honda en la mano. Si combatiéramos por nosotros mismos, tal vez podríamos desconfiar, mas si luchamos por Jesús y peleamos con su poder, ¿quién podrá resistirnos?
Hagamos frente, sin vacilaciones, al ejército de Filisteos, porque el Señor de los ejércitos está con nosotros y ¿quién contra nosotros?


La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román





martes, 10 de marzo de 2015

No vivas en la oscuridad, sino en la luz


Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas. Juan 12:46

 
Este mundo es tan sombrío como la noche: Jesús ha venido para que por medio de la fe tengamos luz y no permanezcamos en medio de las tinieblas que envuelven a toda la humanidad.
«Todo aquel» es un término muy amplio que abarca al mundo entero: tú y yo. Si seguimos a Jesús, jamás permaneceremos en la sombra de la muerte, sino que entraremos en la luz vivificadora de un día que no tendrá fin. ¿Por qué no nos decidimos a salir ahora mismo a la luz?
Tal vez se cierna sobre nosotros alguna nube, mas no quedamos en tinieblas si creemos en Jesús. Él ha venido para darnos la luz del mediodía. ¿Será vana su venida? Si tenemos fe, la luz del sol será su privilegio para nosotros; disfrutemos de su esplendor. Jesús ha venido para librarnos de la noche de la ignorancia, de la duda, de la desesperación, del pecado y del temor; y todos los creyentes han de saber que así como el sol se levanta y derrama luz y calor, así la venida de Jesús tampoco será vana.
Querido hermano, aparta de ti todo desaliento. No vivas en la oscuridad, sino en la luz. En Jesús está tu esperanza, tu gozo, tu cielo. Mírale sólo a Él y te regocijarás, como las avecillas cuando sale el sol, y como los ángeles delante del trono de Dios.


La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román