Hch 13:34 Y que lo levantó de entre los muertos, para nunca más volver a corrupción, lo ha dicho así: Os daré las misericordias y fieles promesas hechas a David (BTx 3)
Os daré las misericordias fieles de David. Hechos 13:34
Nada es seguro en el hombre; en Dios todo lo es. Fieles son las misericordias de la alianza, como cantó David: «Él ha hecho conmigo pacto perpetuo, ordenado en todas las cosas, y será guardado».
Seguramente el Señor quiso decir que usaría con nosotros de misericordia. Sus palabras no son vanas.
Todas sus promesas son verdaderas. Su misericordia en verdad es misericordia, y aun cuando la muerte nos impida ver sus efectos, sin embargo reconoceremos que la palabra del Señor nunca será desmentida.
Estamos ciertos de que Dios concederá las promesas hechas a todos los hijos del pacto. Cada uno de los elegidos de Dios recibirá a su tiempo la gracia prometida. Son «firmes a toda simiente», desde la más pequeña hasta la más grande.
Estamos ciertos de que el Señor continuará prodigando sus misericordias a su pueblo. Él no da para después quitar. Lo que concede es garantía de dones más espléndidos. Lo que aún no hemos recibido es tan seguro como lo que nos ha dado. Toda duda sobre el particular es injustificada. El amor, la palabra y la felicidad de Dios son ciertos. De muchas cosas podemos dudar, pero del Señor cantamos:
«Para siempre es su misericordia».
Esta misericordia siempre es fiel y siempre cierta.
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Román

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